EL DEBATE VICEPRESIDENCIAL

Columnistas

Con todo el respeto que se merecen las ilustres damas, me permito opinar que casi todas ellas lo único que demostraron al país es que carecen del conocimiento y la prestancia necesaria para reemplazar a su inmediato superior en el caso de que las circunstancias políticas, determinadas por la ley, las obliguen a `sacrificarse’ por la patria en ausencia del Presidente de la República. Si alguna de las féminas candidatas tuviera las intenciones de reemplazar definitivamente al Presidente, podría convertirse en conspiradora a tiempo completo, con la ventaja de ser asalariada del mismo Estado al que pertenece y al que moralmente le debe la lealtad constitucional.

Está en marcha  la campaña electoral y, por lo pronto, solo hay dos candidaturas con mayores opciones de triunfo. La aparición de un intruso impensado es muy difícil que se presente en el último momento. Muy lamentable en lo único que estuvieron de acuerdo que el binomio del presidente actual Noboa, no haya acudido ni explicado cuáles son los planes y las ideas que tienen para sacar al país de tantos problemas. Evidentemente, el equipo de campaña no le tuvo suficiente confianza a su candidata, y por eso la escondieron, lo que generó sentimientos negativos en las redes y podría tener secuelas en el debate presidencial, pues, podrían cuestionar al mandatario por no darle suficiente espacio a su candidata. 

A pesar de las muestras de desconocimiento de la realidad nacional, el debate no tuvo propuestas concretas en lo que a ellas les toca el trabajo vicepresidencial, quienes asistieron al debate en lo único que  estuvieron de acuerdo, en confiar en la democracia. Debatir ideas es el primer paso para que la gente vote con conciencia. Debemos quedarnos con el mensaje de que todas reconocen las dificultades del país y quieren trabajar para solucionarlas, pues, según ellas, a pesar de haber subido los impuestos, seguimos sumidos en la inseguridad, con problemas económicos y de empleo.

Faltan estrategias estructurales para sacar adelante al Ecuador y más allá de las propuestas muy poco realistas también nos quedamos con la incógnita de que les falta ser estadistas ya que se desperdició la oportunidad de ver despuntar nuevas figuras con calidad de estadistas frescas y preparadas, que propongan ideas nuevas y modernas. Esperemos con el mismo espíritu el debate de fondo, el presidencial, y que asistan todos, pues esconderse es faltar al respeto a los ciudadanos y sería castigado por los electores en las urnas.

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