El Desarrollo Rural / Paúl Viteri Albán
La población rural ha vivido durante los últimos años en medio de un conflicto que ha contribuido a la violenta historia de nuestro país, generado por el gobernante de turno y su máxima dirigencia, claro todo esto es el resultado, debido a la situación de pobreza en la que desarrollan su vida, además del escaso o nulo acceso a servicios públicos de calidad; y, especialmente por la constante confusión del estado entre desarrollo agrario y desarrollo rural, algo que parecería similar, pero no lo es.
Si bien es cierto, el desarrollo agrario tiene como objetivo principal la mejora y ampliación constante del acceso, manejo y uso de bienes destinados a la cría de animales o cultivos para satisfacer las necesidades de sí mismos y del resto de habitantes, no se ha entendido, que eso no significa desarrollo rural, debido a que este no estaría enfocado única y exclusivamente a la actividad agropecuaria, sino más bien, estaría enfocado en una transformación, integración y fortalecimiento de las distintas actividades agrícolas y no agrícolas, que terminen abriendo las puertas a la posibilidad de nuevos procesos que mejoren la vida de los habitantes de las zonas rurales.
Es decir, nuestras parroquias rurales ya no solo son agrícolas, sino más bien, se han convertido en polos de desarrollo locales, debido a que se produce calzado, pantalones, alimentos procesados, manufactura en general y, muchos de sus habitantes se han convertido en prósperos y exitosos empresarios, generando fuentes de empleo para sus coterráneos y vecinos de las parroquias aledañas.
Adicional a esto, es indispensable razonar que algunas parroquias rurales se han convertido en verdaderos tejidos urbanos, donde podemos encontrar importantes proyectos inmobiliarios que de a poco van terminando con una gran cantidad de cultivo, eso da mucha pena, pero termina siendo una realidad, que obliga a los diferentes niveles de gobierno como Prefecturas, Municipios y Juntas Parroquiales a dejar de ver a sus habitantes como agricultores “algo que muchos todavía no entienden”.
Es importante que se empiece a pensar en la migración ocupacional de muchos de los habitantes de la zona rural, que por supuesto no vieron a la agricultura como algo rentable; y, más bien le apostaron al emprendimiento y la manufactura, quienes generan fuentes de empleo dentro de la comunidad y, a quienes ilógicamente más persiguen con impuestos y multas los intocables funcionarios.