“Como no Creer en Dios”
Para el primer tema, del año 2.024, he tomado el nombre de una canción “Como no Creer en Dios»; una composición musical, que se canto en todo el mundo, por su ritmo y letra, que son muy agradables, el oído y al corazón.
Quiero demostrar; a través de la naturaleza, que existe en nuestro país, en las regiones naturales; Insular, litoral, Andina y Amazónica, y sus respectivas subregiones, que conozco; «Como no Creer en Dios».
INSULAR. «Un Museo en Vivo», que nos facilita apreciar, una flora única y diferente, fauna típica y asombrosa; suelos volcánicos, que demuestran su origen, mar de color turquesa; playas con arena blanca; una belleza impresionante y radiante, que solo los puede poner un Creador
LITORAL. La Subregión Costera, donde se juntan el mar y la tierra, muestra playas maravillosas con candentes arenas y un mar pacifico; vegetación silvestre que crece en las costas altas, donde se han construido, miradores que permiten observar un inmenso océano, con pequeñas islas, cercanas a las playas, de diferente y atractivas formas, y unos coloridos atardeceres con rayos de un sol intensamente rojo que se oculta bajo el mar, proyectando hermosos matices a las aguas; entonces al deleitarse con un encantador entorno; me dije «Como no Creer en Dios».
ANDINA. El paisaje natural y divino, que observe, desde la cumbre del Putzalahua, a 3.450 metros sobre el nivel del mar, solo lo pudo crear El Padre Celestial; desde el cielo bajaba, un cortinaje brillante y deslumbrante, compuesto de rayos solares, hasta el dilatado altiplano, ubicado entre las ciudades de Salcedo y Latacunga, de La Provincia de Cotopaxi, solo se podía ver ese escenario que cubría todo, a excepción del intenso color de la flor del andinismo; la chuquiragua. que crece a 3.000 metros de latitud, en el clima Frío de Alta Montaña.
AMAZÓNICA. En la ciudad de San Francisco de Orellana, conocida también como El Coca, en La Provincia de San Francisco de Orellana, navegando por El Río Napo, aguas arriba, pude admirar uno de los mas espectaculares atardeceres; lleno de radiantes colores, proyectados por sol brillantemente rojo, que se ocultaba entre los grandes arboles de una selva exuberante y misteriosa; entonces dije; «Como no Creer en Dios».
Que tengan 365 días bendecidos por Dios, en el año 2.024, mis amables lectores y amigos. FELICIDADES. (O)