Los caminos al Sagatoa / Luis Alfredo Silva Zambrano
Los pansaleos, primitivos habitantes de nuestra provincia y del centro norte del país, llamaban Sagatoa, a la montaña que se encuentra en La Cordillera Occidental de los Andes, que culmina a 4.153 metros sobre el nivel del mar; nombre con el que se conoce, en la geografía eciatoriana, a la que los ambateños lo identificamos con el nombre de Pilishurco.
Existen varios caminos, para llegar a los 10 picos que forman la cumbre del Sagatoa, todos ellos llenos de antenas de comunicación, radio y televisión.El camino más conocido, es el que se inicia en la ciudad de Ambato, sigue por Atocha, Laquigo, Libertad y constannno Fernández, para entrar en el sector paramal, donde comienza la caminata.
Principia en una gigantesca ladera, cuando avanza un trecho, parece que se llega , pero luego asoma otro y así sucesivamente, hasta dominar la cumbre. Este es el camino más usado por andinistas que comienzan en el excirsionismo de montaña.
Otro camino, es el que comienza en Lacón, caserío de la parroquia San Bartolomé de Pínllo, al que se llega mediante un acercamiento en vehículo. Por un atajo, que se abre entre las montañas Huira pata y Chiguaza, y la quebrada de Tuñiloma, re arriba a los caseríos Pasa loma y Angamarquillo, para ir a la cima del Sagatoa.
También se puede conquistar, la cumbre del Sagatoa, partiendo desde la parroquia de San Bartolomé de Pinllo. Se toma la carretera que conduce a la parroquia de Quisapincha, hasta un empinado desvío que le lleva a la parroquia de Ambatillo.Posteriormente continúa, hasta los caseríos Pucará y Ambatillo Chambayá; pueblos desde donde se admira, relativamente cerca, la cima del Sagatoa, a la que se llega caminando por senderos paramales.
Por todos los caminos que existen, rumbo a la culmunación de la montaña Sagatoa, se puede contemplar paisajes impresionantes, diferentes y hermosos, que se presentan en el valle del río Ambato, la dilatada meseta interandina y el deslumbrante horizonte andino.
Esta caminata es mucho más larga, que las realizadas a las colinas de lnapisí y Macaste; así se irá adaptando, poco a poco, a recorridos más fuertes; pero el esfuerzo será compensado, por el encantador y maravilloso entorno que nos brinda la apacible y mravillosa naturaleza. (O)