Mundug y su hermosa cascada
Mundug, es un bonito caserío que se encuentra al noreste de La Ciudad de Patate, a 2.750 metros sobre el nivel del mar; ocupa una parte del encantador altiplano, rodeado de rutilantes colinas, tornasolados cerros y un inmenso valle, originado por río Blanco.
En este lugar de gran belleza, sus amigables y bondadosos pobladores, se dedican a la agricultura, especialmente al cultivo de tomate de árbol, tomate riñón, maíz y patatas; complementan sus actividades, con la crianza de ganado vacuno.
Entre los cultivos están: la escuela, una canchita deportiva, la capilla y el estadio; las pocas calles que cruzan los productivos huertos y las casitas, antiguas y modernas, que están dispersas interrumpiendo, con sus colores, el verde campo de un ambiente apacible y acogedor.
Para llegar al pueblito de Mundug, hay que trasladarse a La ciudad de Patate, luego recorrer siete kilómetros, por una carretera que permite observar exuberantes huertos de mandarinas, aguacates, granadillas, duraznos, abridores, tomates de árbol y otros variados cultivos.
La Cascada de Mundug, se halla en El Flanco Interior de La Cordillera Oriental de los Andes; su visita es relativamente fácil desde Mundug; camina hasta la acequia de Yamate, sigue por un sendero, aguas arriba y llega a la hermosa cascada.
Este trayecto conserva, una vegetación natural fascinante compuesta: de suros, con ramas que se proyectan en diferentes direcciones, helechos gigantescos, tupidos chaparros, fresas silvestres, espectaculares arboles de hojas grandes; todo lleno, de vegetación primaria.
Esa vegetación, ha conservado una fauna sorprendente; aves abundantes, de todo tamaño y colorido plumaje, vuelan en bandadas, haciendo malabares; otras van de árbol en árbol, entonando trinos, nunca antes escuchados.
Se completa, el paisaje geográfico natural, con una cascada originada por El Río Blanco, de gran altura, de tres saltos; el primero, brinca en medio de negras rocas; el segundo se desliza oblicuamente; y el tercero, forma una gran precipitación, con la que culmina la cascada; al lado derecho existe otro salto, que independientemente, cual enorme cortinaje blanco, llega hasta el cauce del río. (O)