El Ecuador que debemos conocer: Una carretera bordeada de cascadas / Luis Alfredo Silva Zambrano
La vía que une La Ciudad de Loja, capital de la provincia del mismo nombre, con La Ciudad de Zamora, capital de La Provincia de Zamora Chinchipe, presenta una serie de cascadas, que bordean la carretera.
A los 35 kilómetros, en la ladera izquierda del valle del río San Francisco, se admira la primera cascada, denominada San Ramón; es una larga caída de blancas aguas, en el lecho de negras rocas, que contrastan con el verde follaje, de las atractivas plantas silvestres.
A los 47 kilómetros, entre espigadas palmeras, helechos arbóreos y un fascinante bosque, lleno de bromelias, bajan las aguas de La Cascada La Rápida, por un cauce de rocas de color ámbar, originando hermosas caídas y deslizamientos, que dilatan la más bella de todas las cascadas de la vía; sus encantos impresionan a los visitantes, que miran desde la carretera, ya que está en la ladera del camino.
A 2 kilómetros, de La Cascada La Rápida, aparece La Cascada Gentil, donde la aguas se precipitan por un estrecho torrente, luego de chocar con grandes rocas, se abre para formar un blanco manto, que se oculta entre una exuberante y colorida vegetación silvestre.
El Destrozo, es la cascada que se admira, recorridos los 50 kilómetros de la vía; está metida entre la tupida vegetación y es una caída de cristalinas aguas, que engalanan la belleza de la zona, por donde se precipitan.
La última cascada, se encuentra a los 56 kilómetros, se denomina Chorrillos, casi no se aprecia cuando se va rumbo a Zamora; al retorno a Loja, se puede ver el gran caudal blanco que posee, el que baja con fuerza golpeando enormes rocas.
La riqueza paisajística de la vía Loja – Zamora, a más de las cascadas, se allá complementada con brillantes y pintorescas orquídeas, flores que ponen su magia en las verdes praderas de los atractivos valles, que originan los fabulosos ríos que se abren por la misteriosa selva, para depositar sus aguas en el rio más caudaloso del mundo, El Amazonas.