El efecto péndulo / Ec. Mg. Diego Proaño PhD
Lo sucedido en el balotaje en Ecuador y después de tremenda remontada de cerrar la primera vuelta con apenas 19% de votación, además de tener 13 puntos porcentuales abajo del ganador, para luego en segunda vuelta subir de ese conservador 19% al impresionante 52%, solo se puede explicar con el efecto que los economistas le denominamos como el péndulo, en donde estando a un extremo, de manera súbita se pasa al otro extremo, luego de transitar 14 largo años con una tendencia de izquierda, asistencialista, populista, intervencionista, para aprestarnos a tener un régimen de derecha, de apertura comercial, de libertad económica.
A nivel mundial este comportamiento de culminación de una tendencia ideológica y asunción de otra opuesta, es común, empero algunos casos en América Latina sobre todo, este proceso tarda más del tiempo adecuado y al contrario comienza a hacer daño a la sociedad, por ello lo sucedido en nuestro país, era lo más saludable, que la población pueda tener otras ideologías, otras maneras de ver la economía, de hacer y aplicar política pública, de oxigenarse, es importante una dinámica acorde a los cambios del mundo actual, era urgente se vea esto en Ecuador.
Tan certera es esta afirmación, que el domingo antes de conocer los resultados de la segunda vuelta, las calificadoras de riesgo, le asignaban a Ecuador 1.168 puntos de EMBI (riesgo país) y de inmediato se supo el nombre del candidato triunfador, este indicador bajo súbitamente a 780 puntos, por la tranquilidad que esto causaba a la comunidad internacional, a los inversores extranjeros, a los multilaterales de crédito, a los líderes mundiales, a los gobierno amigos, a la cooperación internacional, las organizaciones no gubernamentales, a todos, traduciéndose esto en un menor riesgo país y apertura para dialogo internacional.
Este cambio extremo de modelo económico, más allá de polarizar el pueblo ecuatoriano, debe unirnos más, porque cualquier candidato que fuere el triunfador, por si solo su gobierno no podrá solucionar los grandes y graves problemas del país, si no se abre al dialogo, a los acuerdos mínimos y a una gobernabilidad básica. Hay compromisos de Estado que cumplir, hay negociaciones que iniciar, proyectos de ley que debatir, políticas públicas que platear y todo necesita voluntad y apoyo. Por ello este mensaje de cambio por el cual votaron más de 4,5 millones de ecuatorianos, que sea el inicio de los grandes consensos, el punto de inflexión y de la unidad nacional. (O)