El gran esfuerzo / Esteban Torres Cobo
Negociar la deuda externa ecuatoriana es sin duda el gran trabajo que se debe hacer para aliviar enormemente la economía. Es un esfuerzo sin precedentes y oportuno por la predisposición de los organismos internacionales y de los países más poderosos en hacerlo.
Unas de las primeras demandas, sin embargo, es la de tener bien los números. De arreglar la estructura formal de las finanzas ecuatorianas, lo que con buena intención se busca mediante el proyecto de ley enviado por el gobierno a la Asamblea Nacional. El de finanzas públicas, no el de ayuda humanitaria.
Es un secreto a voces que gran parte de los préstamos ofrecidos llegarían en su totalidad si este proyecto se aprueba. Nadie presta a quien, incluso en necesidad, no tiene sus cuentas claras y transparentes.
Otra ventana que se abre es la de renegociar con fuerza la deuda que tenemos con la China. Al comprobarse que el virus se “escapó” de un laboratorio químico en Wuhan y que el primer infectado en todo el mundo fue precisamente un empleado del centro, las grandes naciones han anunciado ya demandas de reparación contra China por el daño causado. Estados Unidos y Alemania se encuentra a la cabeza y seguramente no descansarán hasta que los chinos admitan y paguen gran parte de su culpa.
Este tipo de laboratorios existen en las naciones más desarrolladas, precisamente para estudiar armas químicas, bacteriológicas y virales, pero siguen normas de cuidado y prevención que el centro de Wuhan, y por alerta internacional desde hace años, no siguió e infringió.
Ecuador debe estar listo y mejorar la relación con estas naciones y otras para ingresar a la lista de países que demandarán alguna reparación por parte de los chinos. (O)