El interés colectivo / Fausto A. Díaz López
El interés colectivo / Fausto A. Díaz López
Vivimos una realidad tan compleja que disloca la costumbre de que para mejorar esta etapa, a más de los argumentos técnicos, la gestión gubernamental y la información, se necesita la solidaridad y el empuje de toda la sociedad, para agrupados en un solo frente superar esta certidumbre que amenaza con desestabilizar al país.
La Caja Fiscal heredada por el actual Mandatario, entrega un mensaje real del manejo dispendioso e irresponsable del gobierno anterior. La meta del endeudamiento externo e interno fue superada largamente en sus límites, fijados con relación a la proporción del Producto Interno Bruto (P.I.B). Esta situación, añadida a la falta de crecimiento empresarial que alivia al fisco con buenos impuestos, ha obligado al actual grupo económico a seguir buscando prestamistas que para desembolsar dinero, elevan las tasas de interés y enduran las condiciones. Pero esta realidad, se hace imposible de esquivar y el país se ve obligado a negociar bajo esas imposiciones.
Frente a esta certeza la preocupación se ahonda. La volatilidad del mercado de materias primas y la inestabilidad de los precios del petróleo, comprometen los cálculos de las cifras que constan en la Pro – forma presupuestaria que es un instrumento que bien diseñado, induce confianza para administrar el renglón económico que nutre la Caja Fiscal y sienta la pauta de la política económica.
Los entendidos en Ciencias Económicas, han hecho público sus reparos a la actual proforma, expresan que: “sin una Balanza de Pagos que ofrezca seguridad, la posibilidad de mantener una economía activa y estable es muy baja; casi inexistente, situación que genera temores y dudas, razón por la que los agentes económicos toman medidas preventivas; se cuidan, postergan iniciativas, actúan defensivamente, con lo cual el impacto de este frío aire externo, encuentra un aliado congelante interno”.
Para superar este panorama, al gobierno le queda una gran tarea por cumplir, cuya efectividad se verá en la habilidad que demuestre para manejar el trámite de la inmensa deuda. Seguramente los viajes programados a Washington y China tienen este objetivo. Esperemos que la gestión sea eficaz y eficiente para que el país marche hacia el futuro, sin tropiezos.
El equipo de un gobierno para sacar a una nación del atolladero en que se encuentra, a más de los políticos e ideólogos y otros que no lo son, debería estar integrado por un grupo selecto de profesionales entendidos y con profundos conocimientos en otras áreas, que se deben atender fuera del universo de la política. “Esta clase de profesionales, es la que manejada con honradez, sentido del deber y buena formación, consigue el respaldo masivo de la sociedad para un presidente que ha demostrado en su gestión empuje, diligencia y honestidad en la administración de los recursos del Estado”. (O)