El médico Nutriólogo
Casi desde siempre en nuestro occidente se ha estructurado una atención sanitaria impersonal, nada humanística y reducida exclusivamente a la prescripción de medicamentos para tratar las enfermedades. Parece que no se toma en cuenta que el ser humano llamado paciente tiene capacidad de aprender, analizar, reflexionar, intuir, discernir, atender, etc. Por ello será que estamos acostumbrados como pacientes a que la consulta sea fría, corta de tiempo, nada sociable y que no sea educativa, ni orientativa, ni informativa y que, en muchas ocasiones, sea reducida a tres frases clásicas: ¿Qué tiene?
¿Hágase este examen? y tómese lo que está en esta receta. “Gracias” a este clásico esquema de consulta médica será que, conjuntamente con otros factores, la gente no le da la importancia que merece al estilo de vida para prevenir y contribuir a la sanación de sus enfermedades. Es más, la gente cuando hace alguna pregunta breve dice: ¿Qué no debo comer doctorcito? o recurre a la vecina o a la suegra para “informarse” que debe comer en su embarazo o cómo debe alimentarle al niño, al adolescente o cómo alimentarse para ayudar acelerar su recuperación de tal o cual enfermedad.
Estudios científicos en los que los 577 participantes se asignaron al azar a grupos para comparar en 33 clínicas con seguimiento de 6 años se demostró que un orientado plan nutricional profesional más ejercicio redujo en un 38% el riesgo de diabetes. La Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD) se han publicado varios ensayos controlados aleatorios que muestran que la diabetes tipo 2 por ejemplo se puede prevenir o posponer su aparición, aumentando la actividad física y lo más importante cambiando los hábitos alimentarios y así reducir el peso para los pacientes con sobrepeso.
Entendamos entonces que es de gran importancia que nuestros pacientes conozcan la existencia de la especialidad de nutriología, o sea el médico que ha profundizado sus conocimientos en la ciencia de la nutrición, ya que el tratamiento para cada enfermedad tendrá que ser acompañada de su plan nutricional correspondiente, no es lo mismo una paciente con presión alta y obesa que otra que no tenga problemas del peso, y así por el estilo. Concluyamos que se requiere del cabal conocimiento de las enfermedades para proporcionar el plan nutricional individualizado para cada paciente que tenga x o y enfermedad. Es el médico nutriólogo el que nos proporcionará conocimientos, nos concientizará, nos regulará nuestros hábitos, y con un análisis clínico nos proporcionará un plan nutricional previo exhaustivo estudio individual.
Es hora de copiar las buenas estrategias del primer mundo y engranar lo protocolos de actuación médica multidisciplinaria para que los médicos especialistas como endocrinólogos-diabetólogos, los médicos clínicos y de todas las especialidades trabajen con el médico nutriólogo. Recordemos que la prevención disminuye el riesgo de complicaciones, a veces irreversibles, en las enfermedades. (O)
