El mortiño patrimonio alimentario
La época de saborear la tradicional colada morada se avecina con el Día de Difuntos, el 2 de noviembre. Uno de los ingredientes, quizá el más importante que jamás debe faltar en la elaboración es el mortiño.
El dirigente Pedro Aucatoma sostiene que el mortiño es una especie proveniente de los páramos ecuatorianos que se cultiva por temporada entre los meses de septiembre y noviembre. En las comunidades indígenas es un ingrediente primordial en la colada morada que lo prepara con antelación para compartir entre todos y sobre todo con sus seres queridos que han partido al más allá dejando colada morada y guaguas de pan al pie de las tumbas en los cementerios.
El mortiño no solo está presente en la colada morada. En el 2017 los agricultores del cantón Sigchos en Cotopaxi comenzaron a producir vino de mortiño, un sueño que se cumplió tras siete años de iniciado el proyecto.
El vino se denomina ‘El último inca’, fue elaborado por el gremio de productores de la comunidad Quinticusig, que acoge a 21 agricultores.
Una vez cosechada la fruta pasa por procesos. Primero se la muele, luego se mezcla con agua que va 1 litro de agua por cada libra de mortiño, luego inicia la etapa de endulzado, se espera la fermentación y finalmente se envasa el producto para su comercialización.
Al momento el vino se las expenden en la distintas ferias que organiza el Gobierno Nacional y gobiernos locales. La meta del gremio es continuar con la producción de este vino para su expendio en tiendas y centros comerciales a nivel nacionales e internacionales. Al momento se entrega a supermercados de Latacunga, Quito, Ambato y Riobamba, informó Aucatoma.
Nutricionistas sostienen que el mortiño tiene un alto contenido de fósforo, fibra, calcio y vitaminas B1 y C, por su alto contenido de fósforo ayuda a mejorar la memoria, sirve para la formación y la fijación de calcio de los huesos recomendado para las mujeres embarazadas y niños. (I)