EL MUNDO NO SON COSAS, SON ACONTECIMIENTOS 

Columnistas

Muchas veces no todo lo que creemos que es cierto lo es, y otras, a las que no les damos ningún crédito terminan siendo verdad; o, acaso ¿no fue eso lo que pensó al leer el título de esta nota? Porque ¿a quién se le ocurre decir que el mundo no son cosas, si todo lo que veo a mi alrededor son justamente cosas? Además, obvio que el mundo son acontecimientos, pero sería absurdo descartar las cosas, ¿no?  

Resulta que el físico italiano Carlo Rovelli, nos hace notar que al mundo hay que entenderlo en el transcurrir del tiempo, con los eventos y acontecimientos que este procura y no enfocarnos en el frío y estático momento de las cosas. Sin esos cambios, dice, nada tendría sentido. 

Y es así. Fíjese que la diferencia entre cosas y eventos radica en que las cosas permanecen en el tiempo y los eventos, en cambio, son apenas instantes. Un prototipo de “cosa” es una piedra de la que podemos preguntarnos dónde estará mañana, mientras que un beso es un “evento”, no tiene sentido preguntarse adónde habrá ido el beso mañana, fueron infinidad de instantes que configuraron el antes, durante y después de ese beso. El mundo, entonces, está hecho de redes de besos, no de piedras; o, como bien dice mi esposa: “La vida son instantes”. 

Es más, como ya lo hemos señalado en ocasiones anteriores, la misma piedra hecha de átomos, tiene partículas aún más pequeñas en constante excitación gracias a un campo cuántico que es total vacío y pura energía. No podemos, por tanto, concebir el mundo como hecho de cosas o entidades físicas, sino rebosante únicamente de plena energía en movimiento. Y donde hay movimiento hay cambio, algo acontece. 

¿Ahora está más claro? Considere, si no, los siguientes ejemplos en los que se concibe el mundo como una red de acontecimientos: Una guerra no es una cosa, es un conjunto de eventos; una tormenta tampoco es una cosa, es un conjunto de eventos; una ola claro que no es una cosa, sino un movimiento de agua siempre distinto; un ser humano mucho menos es una cosa, es una entidad super compleja de la que, entra y sale aire, comida, información, luz, palabras, etc. ¿Ve?, el mundo no son cosas, son acontecimientos; o, permítame, para decirlo de otra forma, acuñar la siguiente frase: “El mundo no son cosas solamente; son cosas que les pasan a las cosas.” 

¿A qué nos lleva todo esto? A apreciar el mundo, de hecho, el Universo completo, en la vastedad infinita de la energía que alberga. Por eso, al ser todo un permanente acontecimiento y nada permanecer estático, esta breve alusión metafísica hay que cerrarla con la más importante y sutil herramienta de energía transformadora que tenemos a mano y a la que debemos darle el uso adecuado: el pensamiento. 

Recuerda que como piensas eres. 

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