El paso de la muerte a la vida / Edison Narváez Z.

La fiesta mas importante de los cristianos se celebra hoy “La Pascua”, y claro porque en ella se celebra el «Paso» que  Jesús dio de la muerte a la vida.

El origen de la celebración de la Pascua se encuentra en el Antiguo Testamento, allí se narra como el pueblo de Israel “Pasa” del cautiverio en Egipto hacia una nueva tierra prometida.

Efectivamente la palabra Pascua significa “Paso”. En el caso de los judíos representa el cruce del Mar Rojo, es decir el “Paso” de la esclavitud hacia la libertad. Para los cristianos se conmemora la Resurrección de Cristo, es decir, el “Paso” de la muerte hacia la vida eterna, Para los agnósticos significa la supremacía del espíritu por sobre la materia.

Por tanto cualquiera sea nuestra convicción, es importante que demos ese “Paso” de la Indiferencia a la Solidaridad, de la Conformismo a la Acción, de la Desconfianza al Abrazo Sincero. del Lamento a la búsqueda de Soluciones, del Miedo a la Tranquilidad de hacer las cosas con Amor, de la Vergüenza al volver a Empezar, de la Autosuficiencia a la Humildad.

Estimados lectores demos es “Paso” que nos acerque a nuestros objetivos, entremos a la cancha jugar nuestro propio partido, hagámosle un gol a nuestra incompetencia, olvidemos nuestras ideas negativas y demos “Paso” a los pensamientos positivos que cimienten nuestra actitud y nos ayude construir nuestras circunstancias; démosle un abrazo fraterno a nuestro pasado para que no arruine nuestro presente. Ciertamente, el ahora puede ser que no le guste, pero usted lo puede cambiar, es decir no espere que el destino lo cambie. Usted lleva la carroza de su vida, por tanto usted decide a donde la lleva.

Demosle “Paso” al concepto de Dios Amor con el cual podamos concebir y hacer las cosas hacia los demas, tratemos de alcanzar nuestros objetivos y compartirlos con los demas, tratemos de ser luz para iluminar el camino de los demás. Demos el “Paso” a un mundo mas humano, que la felicidad de la Pascua la celebremos hoy y la podamos compartir siempre, pues evidentemente la felicidad no es un objetivo en sí, es un estado emocional de ese momento. (O)