EL SECRETO MÁS GRANDE DEL UNIVERSO

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Está científicamente comprobado que el átomo es casi totalmente vacío, como también
que en ese vacío algo pasa (o mejor dicho, todo pasa) porque es allí, en ese
inconmensurable espacio lleno de nada donde la invisible e inmaterial energía se mueve,
vibra y hace que todo funcione. Diríamos que al ser interdependientes: movimiento,
vibración, frecuencia y energía son todos lo mismo.
Bajo esta perspectiva, técnicamente no es que el átomo sea vacío, sino que está
rebosante de energía. Y si todo está compuesto de átomos todo vibra, sí, hasta la roca
más sólida que también es energía pura y dura. Es por eso que no en vano el gran Nicola
Tesla dijo: “Si quieres descubrir los secretos del Universo, piensa en términos de energía,
frecuencia y vibración.”
Si usted pone la lengua en los bornes de una pequeña batería doméstica, va a sentir el
paso de la electricidad, aunque no tanto como poner su mano en un cable de alta tensión
que seguramente le llevará al otro mundo. Esto ocurre porque en el primer caso la
energía vibra muy bajo, y en el segundo la misma energía lo hace en una frecuencia
super alta.
Los murciélagos, por otro lado, que se abren paso en la oscuridad mientras acechan a
sus presas lo hacen emitiendo sus propios pulsos ultrasónicos (demasiado agudos para
que nosotros podamos oírlos) de forma que cuando se encuentran a determinada
distancia de su alimento, incrementan los pulsos pasando de un lento tic… tic… tic a un
rápido rat-a-tat-tat y luego a un brrrrr durante la fase final del ataque. Si imaginamos cada
pulso ultrasónico como una forma de analizar el entorno, entenderemos que el incremento
de la frecuencia mejorará la precisión a la hora de localizar el objetivo.
Ahora bien, como hemos visto, la energía es y está en todo, el pensamiento, pues, no
debería ser la excepción, más aún si sabemos que también vibra, tiene frecuencia y hace
que todo funcione. Y este, amigo mío, es el secreto más grande del universo, que si lo
valoráramos y utilizáramos con la fuerza y el poder de las altas frecuencias, como el
amor, otra sería nuestra historia.
Tanto es así que el pensamiento es la herramienta fundamental para el crecimiento
espiritual y es una de las enseñanzas metafísicas más importantes según el libro Un
curso de milagros: dos o más energías que vibran en la misma frecuencia se sintonizan y
se atraen. Si sus pensamientos son negativos, atraerá energías de baja vibra y si piensa
en positivo, atraerá energías de alta frecuencia.
Pruébelo, trate de pensar en positivo todo el tiempo, entrene su mente para que opere
solo en frecuencias altas y va a ver cómo su energía cambia el entorno.

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