Elecciones presidenciales 2021 / Andrés Jaramillo Torres
Esta columna la escribo desconociendo los resultados de las elecciones, y con la misma incertidumbre que ustedes han sentido a lo largo de la segunda vuelta respecto de quién será el próximo presidente, que dependerá de qué candidato logró captar los votos que Hervas y Yaku obtuvieron en primera vuelta, y desde luego, del porcentaje de votos nulos, que aparenta ser fuerte.
Lo que sí es certero, es que, un número importante de ecuatorianos rechazaron en primera vuelta y lo han vuelto a hacer en esta ocasión, al candidato que para muchos representa el engaño, la corrupción y el autoritarismo. Un sector importante de la población sabe que, el Ecuador no llegará lejos si se llegase a instaurar el modelo político, que, sistemáticamente ha fracasado en la región, pero que aún así, se lo sigue pretendiendo. Venezuela y Bolivia, que son algunos los referentes candidato Arauz, están muy lejos de ser naciones prósperas.
Hace más de 20 años, con el foro de Sao Paulo, se instauró en la región un cronograma para expandir el modelo socialista, que, como es público y notorio, no ha dado buenos resultados en naciones vecinas. Enhorabuena, varios de nosotros nos oponemos firmemente a que los valores democráticos y económicos del país sean menoscabados, y no apoyamos a quién ofrece prosperidad y progreso a sabiendas que aquello es inobtenible bajo el modelo que propone.
Ante los diferentes problemas socio-económicos que enfrenta el país, muchos de nosotros hemos optado por la propuesta del candidato Lasso, que ha demostrado rectitud, experiencia y madurez, a lo largo de este proceso electoral, para construir un Ecuador inclusivo, tolerante y más próspero. Además, frente a la imperante necesidad de reconciliación que necesita el país, después de los últimos 14 años, claro está que el candidato Lasso ha manejado un discurso que parece estar inclinado a disminuir la polarización que se vive actualmente.
Con el transcurso de las horas sabremos quién será el próximo presidente, esperemos que el Ecuador haya escogido con consciencia para que el candidato ganador sea aquel que está a la altura del cargo, y en capacidad de dejar un legado positivo para las siguientes generaciones. (O)