Empleo y pobreza / Ec. Mg. Diego Proaño PhD (c)

Columnistas, Opinión


Dos indicadores fundamentales que se preocupan los gobiernos por mejorar son, empleo y pobreza, existe una relación inversamente proporcional entre ellos, a mayor empleo, menor pobreza y viceversa. En campaña electoral se ofrecía eso, incrementar empleo y reducir la pobreza. El mandatario en sus propuestas de campaña anunciaba 250.000 nuevas fuentes de empleo al año durante su gestión, para mejorar la calidad de vida de los ecuatorianos, empero según las cifras no ha podido mejorar esta condición, incluso sin incluir al COVID 19 en los cálculos. Cuando asumió el gobierno el segundo semestre 2017, el pleno empleo era 40,1%, en enero 2020 tan solo 38,8%, el subempleo 2017 fue 20,5% en 2020 es 17,8% y el desempleo de 4,5% se redujo apenas a 3,8%.

Por el lado de la pobreza en junio 2017 alcanzaba al 23,1% de compatriotas, en enero de este año subió al 25% y la extrema pobreza en 2017 era 8,4%, este año 8,9%. Así nos encontró la pandemia de la corona virus, con problemas estructurales en el mercado laboral y con la pobreza en aumento. Desde el 16 de marzo hasta la fecha las condiciones empeoraron porque el frenazo a la economía por el necesario aislamiento, hizo que apenas el 30% del aparato productivo nacional siga funcionando, solo aquellas actividades que se requerían para garantizar salud, alimentación, servicios básicos y seguridad ciudadana, esto deterioro mucho más el empleo. Según previsiones de la Organización Internacional del Trabajo OIT, Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe CEPAL, en Ecuador habría 508.000 desempleados más, luego de la pandemia.

El Ministro de Trabajo indicó que están registrados 108.600 trabajadores despedidos, 22.856 les han modificado, 3.947 reducido y 1.331 suspendido la jornada de trabajo y que las cifras irán en aumento según pasan los días, con esto el segundo semestre del año, el empleo adecuado, habría caído entre 8 y 10% más y esto engrosará el subempleo y desempleo. Al quedarse miles de familias sin ingresos unos, otros con menores sueldos por reducción y otros con pagos atrasados, afectará a su calidad de vida, por ello en un escenario normal se espera que la pobreza aumente de 25% a 30,8% (5´400.000 personas) y la extrema pobreza (con ingresos per cápita en familia de 47,80 USD) subirá de 8,9% a 10,7% (1´873.000 personas), serán 7´273.000 habitantes de Ecuador en condiciones de pobreza y extrema pobreza.

La política pública para lo que resta de este gobierno, debe apuntar a fortalecer a sectores vulnerables de la economía, sector rural, urbano marginal, economía popular y solidaria, emprendedores, micro y pequeñas empresas, allí está más del 60% del empleo, para sostener producción, negocios y empleo, a las familias garantizar un entorno laboral de auto empleo y empleo adecuado que no siga deteriorando sus condiciones de vida. Las medidas que se adopten, deben ser analizadas minuciosamente, no solo para tratar de solucionar el problema fiscal, sino sobre todo no golpear a la economía familiar ecuatoriana. (O)


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