En La Merced extraen lo mejor de la guayaba
La Merced se encuentra en la vía Baños-Puyo y desde el trayecto es toda una aventura porque se debe recorrer la ruta de los túneles. En la comunidad le dan valor agregado a lo que producen.
En este sector combinan la oferta del turismo con la agricultura. En los huertos se percibe el dulce olor de frutas en especial de la guayaba, granadilla, babaco, mandarina y otros que se adaptan a los 18 grados centígrados.
Al pasar el tercer túnel la comunidad de La Merced recibe a los viajeros con la imagen de la cascada del ‘Manto de la novia’, donde se pasa en tarabita y también se puede recorrer los caseríos de Chin-chin y San Pedro.
Pero el olor de la guayaba es el que también atrae en La Merced, en la vía principal se procesa la ‘arahuaca’ que es el nombre nativo de la guayaba. Este fruto se lo consumo desde antes de la exploración de los españoles quienes al encontrarlo se maravillaron por su aroma y sabor.
Según la historia los indígenas Seminole cultivaban el árbol del guayabo al norte de Florida por el año de 1816. Luis Aníbal Flores emprendió hace dos años y le da el valor agregado a la fruta que es rica en vitaminas.
En su terreno siembra la guayaba y habilitó parte de su casa para convertirla en una mini fábrica de dulces. Labora junto con su esposa y otras cuatro personas de la misma comunidad. Primero construyó cuatro pailas grandes que las montó en fogones hechos con ladrillos.
En esas vasijas cocinan por más de dos horas la guayaba y las otras frutas que se producen en la zona. Una vez que tienen la miel y el extracto de la pulpa de las frutas la enfrían para llevarlas a un molde y de ahí cortarlas en pequeños cubos y colocarles los plásticos para ofertarlos a los turistas.
Luis Aníbal tiene 2 mil plantas. Antes de la pandemia utilizaba 200 cajas de guayabas para elaborar las mermeladas y los tradicionales membrillos que los vendían en Baños, Quito, Cuenca, Guayaquil y otras ciudades del país. Ahora sacan 20 cajas, porque asegura que la reactivación es lenta, pero mantienen la tradición. (I)