Encuestas y votos

Columnistas, Opinión

Las encuestas están ‘como locas’ disparando cifras, gráficos, ponderaciones e inferencias “hipotéticamente dirigidas” a posicionar en el ojo ciudadano, tendencias y respaldos, que coadyuven a la definición del voto, porque -en estricto rigor- solo hasta diez días antes de la fecha del sufragio se pueden difundir valores y previsiones electorales sin restricción.

De hecho y sin variar para nada la percepción que tengo sobre las encuestas, al momento de compartir esta opinión, habrá finalizado ese plazo y -en teoría- aguardaremos expectantes que transcurra la última semana del proceso, tenga lugar la elección misma y accedamos a informaciones que, a boca de urna y datos oficiales, sirvan para verificar que pasó finalmente con nuestra personal decisión.

Entre tanto, sin escatimar esfuerzos, a escasos días del sufragio, nada raro será que voceadores de la candidatura que en algunas temporadas “se ha mostrado” ganadora y dispuesta a devolver el país al letargo de la “década perdida”, quemen cartuchos -como acostumbran- y se dediquen a cuestionar, inventar, amenazar y ofender la honra de los demás postulantes y ciudadanos que, no comulgan con sus letanías ni coinciden con sus mañas.

Una suerte de recurso final, luego de haber intentado por todos los medios y formas posibles acomodar sus ideas en el conglomerado, sin conseguirlo. 

De ocurrir lo que se presume, se sucederá el tránsito de la euforia al silencio y el señalamiento de culpables dentro y fuera de sus filas, recrudeciendo gritos y acusaciones en contra de lo que llaman “El Imperio”, porque su sola mención les genera urticaria y no les permite dormir, mucho menos … soñar.

Con la mirada perdida en la inconsciencia de sus creencias y apetencias procaces, adheridos a una piel encallecida por la desvergüenza y ajena al rubor; no dejarán de victimizarse y ensalzar a zurdas experiencias que aún pernoctan en unos cuantos territorios regionales, visándolas como guía y norte de supervivencia y praxis secular.

Pero, con toda seguridad las cifras de investigaciones serias, ampliamente difundidas serán corroboradas el próximo domingo 9 de febrero. Entonces refrendaremos el importante crecimiento de las dos primeras opciones; y, el interesante reposicionamiento de una de las aspirantes al solio presidencial, mientras los restantes candidatos no superarán – en conjunto- el 7% de la intención de voto.

Así las cosas y sin ningún otro afán que no sea el de la prudente opinión, suena plausible la sugerencia de optimizar el voto y resolver, porque aún se estaría a tiempo, el apoyo a la lista del presidente-candidato para que, en una sola vuelta, se defina la elección y evitemos un mes más de una campaña polarizada entre el bien y el mal.

La pelota está en manos ciudadanas. 

Ustedes tienen la última palabra amigos electores. (O)

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