Están preparados nuestros hijos para asumir la empresa familiar?
En el Ecuador existen 54.702 empresas registradas en la superintendencia, de las cuales 47.019 son familiares, estas se establecen por el sueño que alguna vez tuvieron unos padres sin trabajo fijo o con ideas de entregar productos o servicios a la colectividad y por supuesto generar ingreso económico a la par que fomentan fuentes de trabajo.
El esfuerzo inicial es arduo, parten muchas veces con poco capital, sin muchos conocimientos de procesos productivos, desconociendo lo que es la contabilidad, las ventas ni se diga, sin embargo el deseo de cumplir un sueño es la visión que fortalece su accionar diariamente.
Una vez que los padres han cumplido su ciclo, tanto en la vida cuanto a nivel empresarial, debieron haber preparado a su sucesor y, la pregunta que siempre ronda es, estarán los hijos dispuestos para continuar con el legado y no solo mantener la empresa, sino impulsar su crecimiento?
Para analizar este dilema, partamos de un dato estadístico importante, “tan solo el 4% de las empresas sobreviven hasta la cuarta generación” y a la quinta generación es casi improbable su presencia (de los hijos, nietos, bisnietos, etc.).
La reflexión que ahora hacen los emprendedores se centra en ver si en realidad vale la pena tanto esfuerzo en endeudarse, vender sus herencias, trabajar arduamente para que la empresa no tenga continuidad o termine en manos de otra persona que en su vida lo hubieren conocido.
Para evitar estos inconvenientes, les recomendamos observar quién de los hijos es “aparente” y le gusta lo que hacen en la empresa, sin necesidad de que sea el mayor o el que pensábamos que tomaría la posta; una vez identificado, debemos prepararlo en cursos o seminarios tanto dentro como fuera del país, pero no con la condición de que nos exhiba un título a su regreso, sino con el objeto de que transfiera experiencias y conocimientos a la empresa que se hará cargo, no se necesita todólogos sino gente preparada en ese negocio exactamente, las nuevas generaciones son algo diferentes a las anteriores, a las de nuestro tiempo, por lo cual jamás debemos presionarlos para que sigan con la tradición, más bien debemos enamorarles de la empresa familiar, para que se sientan orgullosos de los logros alcanzados por las generaciones anteriores. (O)