¿Están todes completes? / Juan Diego Valdivieso Rowland

Columnistas, Opinión

Con esa pregunta inició una reunión virtual en la que participé recientemente. Quien preguntó ¿están todes completes? quería saber si estábamos todOs completOs en el “Zoom”, perdón por las mayúsculas, para empezar el encuentro. Yo no sabía si me había dado un calambre de oídos o si me sangraban.

En esa reunión virtual yo era uno de los pocos sin mascarilla, por lo que el resto debe haberse dado cuenta de mi expresión de sorpresa y rechazo ante aquella profanación del castellano. Esto es sin duda un intento de neolengua (newspeak), como la utilizada en el régimen totalitario descrito en la novela 1984, de George Orwell, miembro de la Sociedad Fabiana, germen del futuro partido Laborista británico.

La neolengua en la novela de Orwell era el lenguaje simplificado del inglés y uno de los pilares básicos del régimen totalitario del Partido. El objetivo era sustituir a la viejalengua (oldspeak), para dominar el pensamiento de los miembros del Partido e imposibilitar otras formas de pensamiento, contrarias a los principios del Ingsoc o “crimen de pensamiento” o “ideadelito/ideacrimen”.

El crimen de pensamiento contemporáneo, según la dictadura progre y políticamente correcta, es cuando ellos escuchan “todos y todas”, en vez de “todes”; o, el cuerpo: en lugar de “la cuerpa”; aliado, y no “aliade”; inclusivo: “inclusive”, y así podría seguir.

Mario Vargas Llosa dijo en 2019 que “el lenguaje inclusivo es una especie de aberración, que no va a resolver el problema de la discriminación de la mujer”. Apoyó a la Real Academia Española (RAE) en el sentido de no validar este tipo de lenguaje. “Ha sido consultada y se ha pronunciado de una manera muy sensata, sabia y efectiva. Dice que las academias no crean el lenguaje; recogen el lenguaje que producen los hablantes y los escribientes”, según el autor peruano.

A finales de 2020, la RAE manifestó que el uso de la “e” para sustituir a la “a” y a la “o” como terminaciones, es innecesario y “ajeno a la morfología del español”.

Por su lado, Juan Manuel de Prada indica que “la forma más eficaz de dominación de las conciencias es la creación de una neolengua que niegue la realidad y cree una realidad nueva”. De Prada pone como ejemplo un discurso de Irene Montero, ministra de Igualdad de España, en el que dijo “todos, todas y todes”.

El autor español señala que “Montero sabe que, para instaurar la revolución antropológica a la que sirve, necesita cambiar las almas. ¿Por qué utiliza Irene Montero ese desquiciado lenguaje inclusivo, metiendo además en el guiso un género neutro inventado? Por la misma razón que el Gran Hermano introduce la neolengua en la novela de George Orwell, 1984. (…) Porque, para que cambien las almas, hay que penetrar primeramente en ellas, donde tienen su nido las palabras de la tribu. Interviniendo el lenguaje, se interviene el pensamiento”, concluye De Prada.

Invito a mis lectores a reflexionar sobre este lenguaje que pretende ser inclusivo, pero no lo es. Es parte de una agenda política y un proceso de ingeniería social a gran escala. El castellano no debe ser víctima de esta transgresión lingüística. Evitemos su profanación y su manoseo basado en agendas globalistas, de las cuales tendremos mucho que hablar. (O)

¡A cuidar el castellane, perdón, castellano!

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