Estrategia de inclusión para el sector salud
Las unidades certificadas como centros inclusivos de salud cumplieron tres fases: Inicial, satisfactoria y óptima para lograr este objetivo.
“Cada fase tiene indicadores que se deben cumplir por parte del personal de la unidades, pero en corresponsabilidad ciudadana”, explicó Ivone Torres, responsable del Proceso de Promoción e Igualdad de la Salud.
Para esta certificación deben ser considerados libres de discriminación mediante el trato igualitario sin importar el grupo social o etnia. Otro indicador es que logren calificarse como establecimientos libres de contaminación con manejo adecuado de desechos. Resaltó que el trabajo conjunto con la comunidad es vital, porque “nuestras unidades tienen los comités locales de salud que son parte importante para mejorar atención y son corresponsables”.
Jessy Martínez, presidenta de la Asociación Nueva Esperanza, que apoya a personas dedicadas al trabajo sexual, enfatizó en la necesidad de capacitar permanentemente al personal de salud en temas de atención a grupos vulnerables y GLBTI. Argumentó que “aún falta mucho por hacer”.
Además en estos centros se promociona la actividad física, los buenos estilos de vida, salud ambulatoria, atención en consulta externa, atención odontológica, rehabilitación física, estimulación temprana, terapia de lenguaje, terapia ocupacional, psico rehabilitación y salud mental.
Existen muchos conocidos que se quejan de la mala atención o que no existe accesibilidad, según Diana Freire, persona con discapacidad física, “sin embargo, las pocas veces que he acudido al Centro de Salud 1 no he tenido problemas”, agregó. (I)