Fabricio Dávila Espinoza

Columnistas, Opinión

Cuando alguien está enfermo o en prisión se reconoce a las personas con las que puede contar, como dice el refrán: «En la cama y en la cárcel se conocen a los amigos». No siempre es necesario contar con asistencia material, ya que en ocasiones es suficiente un momento de compañía, una palmada y un abrazo para sentirse mejor. El caso del excontralor de Ecuador Carlos Pólit rompe este refrán. 

Después de un proceso judicial de aproximadamente seis meses, Pólit, recibió una sentencia de 120 meses o 10 años de cárcel por el delito de lavado de activos cometido en los Estados Unidos. El sentenciado, vestido de beige y con grilletes en sus manos, recibió la pena sentado frente a un vaso de agua que él mismo había solicitado; sus familiares no habrían mostrado lágrimas ni rostros tristes y pronto habrían abandonado el recinto; sus examigos no lo mencionan en absoluto. Esta es la soledad del condenado.  

La carrera política de Pólit comenzó con el expresidente Lucio Gutiérrez. Fue secretario particular del exmandatario, gobernador de Guayas y ministro de Bienestar Social, entre otras funciones. Antes de su destitución en 2005, fue uno de los funcionarios que acompañó a Gutiérrez durante sus últimas horas en Carondelet. Ahora que su ex hombre de confianza está en el ocaso, el coronel y su partido político no pueden olvidar estos hechos. 

En 2007 Pólit inició su camino en la Contraloría General del Estado; fue parte de la terna propuesta por el antiguo Congreso, actual Asamblea Nacional, para dirigir esta entidad y el presidente Rafael Correa lo eligió para el puesto, por cinco años y llegó a calificarlo como «simpatiquísimo» y lo felicitaba por los «importantes avances durante su gestión». La amistad cercana que la Revolución Ciudadana mantuvo con Pólit tampoco puede ser olvidada.

Pólit ganó el concurso de Contralor en 2012 con un puntaje perfecto de 100 sobre 100 y lo hizo de nuevo en 2017, con 97 puntos sobre 100. Estos concursos fueron realizados por un CPCCS muy afín al correísmo. Los que mencionan a la fiscal actual como la 10 sobre 20, deben recordar los promedios del actual sentenciado en Estados Unidos.

La amistad funciona cuando se presentan circunstancias adversas, por ejemplo, cuando alguien está en prisión. Sin embargo, los partidos y actores políticos no están listos para esta conversación. (O)

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