Facturación está vigente, pese a cortes
La crisis energética que azota al país ha obligado al Servicio de Rentas Internas (SRI) a tomar medidas excepcionales. Ante la recurrencia de los apagones, que han interrumpido la operación de sistemas informáticos, la institución ha permitido temporalmente el regreso de las facturas físicas como comprobante de venta.
Esta decisión, aunque necesaria para garantizar la continuidad de las operaciones comerciales, representa un retroceso en el proceso de digitalización de la economía ecuatoriana. La facturación electrónica, implementada con el objetivo de modernizar los procesos tributarios y facilitar el control fiscal, había sido adoptada masivamente por los contribuyentes.
Sin embargo, la vuelta a las facturas físicas no es ilimitada. El SRI ha establecido que el total de comprobantes físicos emitidos en un año no puede superar el 1% del total de comprobantes emitidos en el ejercicio fiscal anterior. Además, estos documentos deben cumplir con todos los requisitos establecidos en el Reglamento de Comprobantes de Venta, Retención y Documentos Complementarios.
Byron Segundo Morejón Yánez, gerente de Imprenta La Matriz, uno de los principales proveedores de facturas físicas en el país, ha observado que, a pesar de la flexibilización, la demanda no ha experimentado un aumento significativo. Esto se debe a que la mayoría de los contribuyentes ya han invertido en sistemas de facturación electrónica y se han adaptado a esta modalidad.
No obstante, Morejón destaca la importancia de contar con un respaldo físico en caso de eventualidades y cuestiona la obligatoriedad de la facturación electrónica para todos los contribuyentes, especialmente para aquellos que no cuentan con los recursos tecnológicos necesarios y personas de la tercera edad, que no están muy familiarizados con la era digital.
El regreso temporal de las facturas físicas plantea varios desafíos para el SRI y los contribuyentes. Por un lado, la institución deberá implementar mecanismos de control más rigurosos para verificar el cumplimiento de los límites establecidos y la autenticidad de los documentos. Por otro lado, las empresas deberán realizar ajustes en sus sistemas y procesos para poder emitir ambos tipos de comprobantes.
La decisión del SRI de permitir nuevamente el uso de facturas físicas es una medida temporal y excepcional que busca mitigar los efectos de la crisis energética. Sin embargo, es fundamental que se trabaje en soluciones a largo plazo para garantizar la continuidad de los servicios electrónicos y evitar que situaciones como esta vuelvan a repetirse. (I)