Feria de frecuencias / Fabricio Dávila Espinoza
En febrero del 2015, con la aprobación de la Ley Orgánica de Telecomunicaciones, fue creada la ARCOTEL (Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones). Esta entidad tiene como objetivo administrar, regular y controlar las telecomunicaciones, el espectro radioeléctrico y los aspectos técnicos de la gestión de medios de comunicación que usan frecuencias o que instalan y operan redes.
El 28 de agosto del año anterior, Ricardo Freire, quien fungía como director ejecutivo de la ARCOTEL, anunció la llegada de un nuevo proceso de asignación de frecuencias de radio y televisión, una vez que el anterior concurso fue suspendido por irregularidades.
Efectivamente, en de abril de 2016, el gobierno anunció con bombos y platillos que las frecuencias, esta vez y a diferencia de lo actuado por el régimen correísta, serían asignadas con transparencia. Tal oferta estuvo amparada en el anuncio de realizar una cirugía mayor a la corrupción. Pero, la Contraloría General del Estado, el 22 de junio de 2018, aprobó el informe del examen especial a los procesos de concesión de frecuencias correspondiente al período que va de enero de 2016 a agosto de 2017. Con este examen la transparencia del gobierno en este caso, como en otros, quedó en entredicho.
La Contraloría dio cuenta de varias anomalías en la asignación de puntajes, recalificación y descalificación de postulantes; en la presentación tardía del instructivo para la evaluación de proyectos; en la concentración de frecuencias en tres grupos debidamente identificados y en los cambios que muchos medios realizaron a la estructura gerencial y accionaria sin poner en conocimiento de la ARCOTEL. El concurso fue anulado, así como la esperanza de la cirugía a corrupción.
Con estos malos antecedentes, la ARCOTEL anunció, en agosto pasado un nuevo concurso. Están en juego 3096 frecuencias de radio, distribuidas en varias zonas del país, de las cuales, 2 212 son para medios privados y 984 para medios comunitarios. Hasta el próximo septiembre deben conocerse los resultados.
El concurso está en su recta final, no sin controversias, al contrario, el Consejo de Participación Ciudadana creará una veeduría. Desde ahora hay reparos, objeciones y señalamientos acerca de los posibles ganadores y sobre el conflicto de interés entre algunos veedores. Habrá que esperar tres meses para saber si esta vez ganan los que de verdad deben ganar.