Ferviente devoción a la Virgen de la Elevación

Interculturalidad
El Papa Pío XII declaró a la Virgen de la Elevación como patrona de la Diócesis,  el 28 de julio de 1952. (Foto El Heraldo)

Cada año, en noviembre, miles de fieles hacia la religión católica y venerantes a la Virgen de la Elevación cumplen el sacrificio de peregrinar por las calles céntricas de Ambato hasta llegar a la Basílica de Santa Rosa.

Con rezos y cánticos acompañan la imagen de la Virgen por la avenida Atahualpa y luego por la vía a Santa Rosa para finalmente ser parte de la eucaristía de acción de gracias.

La Virgen de la Elevación es la patrona de Tungurahua y guarda un significado de fe, amor y devoción. Son muchos los testigos de su intercesión con Dios para peticiones de salud y bienestar familiar.

 Para José Torres, ser parte de esta peregrinación es un honor. “Agradecí por todo lo bueno que la fe trae a las vidas y la familia”, mencionó.

Otro de los fieles, Andrés Manzano, contó que hace 15 años participa de este acto católico, porque “es un sentimiento inexplicable devolver el sacrificio que Dios hizo por todos”. Su principal petición es que la gente siga conservando la fe en la Virgen.

El padre Ángel Aucapiña, rector del santuario, destacó que es la principal actividad religiosa en el año. “Santa Rosa goza de una predilección por ser el santuario de la patrona de la provincia. Existe un orgullo grande ser la casa madre de los tungurahuenses donde la Virgen acoge a todos”, informó. (I)

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