Fiestas y ventas / Editorial
Los eventos programados por el Comité Permanente estuvieron a la altura tanto en la organización como en su ejecución. El desfile contó con una excelente escenografía al igual que la Ronda Nocturnal. La ciudadanía vio con buenos ojos toda la programación, a pesar de haberse realizado en otra fecha y no en la habitual, en época de carnaval.
Lo que si hay que observar es la pésima imagen de las ventas ambulantes y de la descontrolada venta de ropa en las calles aledañas a la Catedral. Vendedores locales y de otras provincias se apoderaron de estos sitios e incluso dormían en los vehículos.
Es una lástima que siendo la Fiesta de la Fruta y de las Flores, un patrimonio, así como la misa y la alegoría de la iglesia los atractivos turísticos, se empañe con la informalidad, expositores desorganizados y vendedores de ropa. Algunas calles se convirtieron en baños públicos.
Hay que tomar correctivos para evitar la precarización de la fiesta y que los turistas, por estas cosas, escojan otra ciudad para visitar y dejen de venir a Ambato. (O)