Filosofando  “la educación financiera”

Columnistas, Opinión

“Si no tienes tiempo para abrir un libro, no creas que tendrás tiempo para abrir un negocio”, la pasión por la lectura y el compromiso de mejorar nuestras finanzas nos obliga  a leer libros que en verdad valen la pena, “mi primer millón de dólares”, “el hombre más rico de Babilonia”, “padre rico padre pobre”, etc.  NO EXISTE LIBRO QUE NO VALGA LA PENA LEERLO O PROFESOR QUE NO VALGA LA PENA ATENDERLO, SIEMPRE SE APRENDE ALGO.

La educación y el entretenimiento deben tomarse de la mano para superarnos todos los días, pero el problema radica cuando uno de los dos se extralimita, está bien prepararnos y está bien divertirnos (sanamente), que nuestra educación se base en la investigación de realidades donde vivimos o sitios en los cuales vamos a crear negocio, camina por la Cevallos y ve los nuevos negocios que están emprendiendo, transita por la Bolívar y analiza lo que dicen los rótulos de locales comerciales, sus colores, eslogan, formas; en la 12 de noviembre verifica el mercadeo de productos como por ejemplo de ferretería, su publicidad en redes sociales, aprende todos los días a  base de tu propia investigación.

Una máxima que nos ha tocado concebir, radica en el concepto religioso de la “riqueza”, como si esta fuera mala o pensar que los ricos van al “infierno” y los pobres al “cielo”; pero es lo contrario, en la práctica vemos que Dios nos quiere humildes de corazón, mas no de bolsillo.

Verifica que la gente rica cuenta con grandes bibliotecas y que a su vez la gente pobre cuenta con magnos televisores, volvemos a la parte inicial de la lectura, para alcanzar una correcta educación financiera aprovecha la tecnología, el internet, las redes sociales, las reuniones de cámaras, las charlas con amigos profesionales, cada ponente, todo empresario tiene su propia historia, aprende de cada uno de ellos.

Es interesante observar el descontrol de ciertas personas cuando tienen dinero, pierden sus emociones y, la insensatez se vuelva un estándar en su vida, por eso es necesario aprender a controlar las emociones y el dinero cuando lo tenemos luego de un negocio o cuando cobramos la mesada, seamos  juiciosos en todo momento de nuestra vida.

Ama lo que haces, tus actividades hazlo con pasión, sea que tengas tu propia empresa  o cuando trabajes para otra persona, recuerda que el dinero no se gana trabajando sino pensando, esfuérzate por analizar las cosas, no conozco a ningún obrero que haya trabajado diez horas diarias y sea millonario.  (O)

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