Foro de Madrid / Esteban Torres Cobo
Ni las gigantes piedras y los bloques lanzados por encapuchados al Hotel Radisson de Bogotá impidieron el éxito de la primera cita regional del Foro Madrid, iniciativa de la Fundación Disenso y del partido político VOX, que reunió a representantes de toda Latinoamérica y a personalidades europeas.
Tuve el alto honor de ser el único ecuatoriano invitado a participar en un encuentro que tenía como objetivo aletar los inminentes riesgos de que el comunismo y sus nuevas variantes avancen en la región y, en concreto, en Colombia. El vecino país celebrará elecciones legislativas en pocas semanas y presidenciales en algunos meses. Y, como es de conocimiento público, el candidato de la izquierda y exguerrillero, Gustavo Petro, es el favorito para ganar la Presidencia de la República. Grupos violentos vinculados a él, precisamente, son quienes vandalizaron el hotel y obligaron a que un cordón de policías, patrullas, camiones y hasta perros detectores de explosivos resguarden la integridad de los participantes.
¿Por qué entonces un Foro que rivalice con el Foro de Sao Paulo y el recientemente creado Grupo de Puebla? Porque los patriotas también necesitan articularse internacionalmente y luchar juntos contra las amenazas políticas que han demostrado en el poder limitaciones a la libertad, inseguridad, caos y entreguismo a peligrosos intereses geopolíticos. Porque el mensaje tiene que ser unánime y fuerte en la batalla cultural y la identificación de las amenazas a la democracia occidental que sostenemos desde hace tiempo. Porque, lamentablemente, la derecha y la centro derecha de las últimas décadas abandonaron los espacios de la educación, la cultura, la comunicación y la ideología y cedió todo el espacio a la izquierda marxista.
Este esfuerzo sin precedentes es digno de admirar y apoyar. Tan clara han tenido la hoja de ruta los líderes del partido VOX en España contra la amenazas modernas que, en poco tiempo, han logrado ser el tercer partido de su país y un referente e inspiración mundial. Y, con la guerra fraticida de su rival en la derecha, el Partido Popular, quizás ya el segundo partido de España y seguramente gobierno en poco tiempo.