Fuerte sequía, ¿no llueve?
La Constitución de la República del Ecuador, dentro de la estructura de la administración pública consagra la competencia administrativa para ejercer la rectoría de políticas públicas. En el caso de los sectores estratégicos, el Estado tiene responsabilidad de administrar, regular, controlar y tomar las medidas necesarias en caso de riesgo. Bajo estos principios que la Carta Magna dispone, con el fin de garantizar un servicio público eficiente a sus habitantes. Dentro de este grupo de los sectores estratégicos, se considera la energía en todas sus formas. Ahora ante el inminente riesgo de razonamientos eléctricos. Después de la tristemente recordada “hora Sixtina” consecuencia de la falta de energía eléctrica, han pasado 32 años, y el país no ha aprendido la lección de esta área sin la cual todo se derrumba.
En la ciudad de los “tres juanes” no llueve, ya va para los dos meses, que la ciudad está con calores que queman al medio día, y por las noches no se puede descansar tranquilamente, por el calentamiento de las paredes en las casas. La escasez de lluvias y la disminución de caudales de los ríos han llevado al país a una situación crítica en términos de abastecimiento de energía ya que si se da los racionamientos afecta a la vida cotidiana; la energía es fundamental para los hogares, empresas e infraestructuras en general. La falta de medidas preventivas por parte del gobierno agrava la situación. Durante el gobierno anterior al de Lasso se construyeron, a más de la eólica, la hidroeléctrica como la Coca Codo Sinclair, minas San Francisco, otras como el proyecto Toachi Pilatón que aún no se concluye, en tanto las térmicas pasan por su peor momento, así mismo por falta de previsión. El Gobierno ha declarado en emergencia al sector eléctrico ante la falta de lluvias, ya que los entendidos en la materia han manifestado que hay un déficit de energía del 15%. Colombia nos vende menos megavatios y más caros porque provienen de sus centrales térmicas; ya no de sus eléctricas debido así mismo al estiaje.
Los apuros están a la vista. Recién se acuerdan de repotenciar la central termo gas, la producción de energía térmica con el uso del diésel que es 2 veces más cara. Y esta ¿Se reflejará en las planillas de los consumidores?. Al gobierno saliente hay que decirle que la improvisación no se suple con la declaratoria de emergencia y como siempre la ciudadanía en general seremos los que debamos soportar la falta de previsión gubernamental y de quienes son responsables de tener una planificación justamente para aplicarla en circunstancias como las actuales. El país entero espera que los correctivos sean aplicados y no tener que volver a padecer una nueva etapa de apagones, he ahí un nuevo reto para el nuevo gobierno. (O)