Furia y ley se enfrentan
La noche pasó en San Francisco con una pesadez que se sentía en cada rincón. La tranquilidad de esta comunidad ubicada en un cantón de Sur de la provincia, se vio en suspenso por un hecho que puso a prueba los límites entre la ley y la justicia popular. Un hombre fue acusado de intento de robo y sometido a la ira de una multitud, la noche del 7 de septiembre.
Los hechos se desencadenaron alrededor de las 20:50 horas cuando un grupo de vecinos, enardecidos por lo que consideraban un atentado contra su seguridad, interceptaron al hombre. El presunto ladrón había roto la ventana de un Hyundai amarillo, desatando la furia de la comunidad.
Al lugar se desplazaron las autoridades, quienes encontraron una escena tensa y llena de incertidumbre. Un grupo de personas, con el rostro cubierto, rodeaba al detenido, exigiendo justicia por su propia mano. Un teniente de la Policía Nacional, tuvo que mediar en esta delicada situación, tratando de calmar los ánimos y garantizar la integridad física del acusado.
Tras una intensa negociación, se llegó a un acuerdo que parecía poner fin al conflicto: el padre del acusado se comprometió a pagar los daños causados al vehículo. Con esta promesa, los vecinos, sin revelar sus identidades, se dispersaron, dejando tras de sí un ambiente cargado de tensión. (I)