Hábitos que agotan tu energía/ Alejandra Sánchez Psicóloga Clínica
Como lo hemos experimentado, nuestra energía es limitada y necesita renovarse continuamente para que podamos seguir funcionando en nuestra vida diaria de manera saludable. Sabemos que, si nos ejercitamos en exceso o si pasamos horas de horas trabajando, terminaremos agotados.
Lo mismo ocurre a nivel psicológico, el nivel energético y cognitivo también se agota y consume una buena parte de nuestra energía vital, ya que tenemos ciertos hábitos mentales y emocionales que cada día elegimos en donde invertirlos o hacia que dirigirlos. Los hábitos mentales son patrones de pensamientos a los que recurrimos con frecuencia durante el día a día, lugares mentales que nos resultan familiares y se han vuelto automáticos. Sin embargo, estos hábitos cognitivos y emocionales pueden resultar destructivos cuando se basan en pensamientos y sentimientos de tristeza, miedo, ira, preocupación, estrés, entre otros. Así, en muchas ocasiones terminamos construyendo una vida con cimientos dañinos; siendo ellos los que en muchos casos ponen en marcha reacciones en cadena que dan lugar a un gran malestar.
Algunos de los hábitos mentales más dañinos y que están acabando con tu energía son:
- La POSTERGACION, dejar todo para después, es uno de los hábitos mentales más agotadores, ya que a pesar de que se pospone cierta actividad, seguimos pensando en TODO lo que deberíamos hacer, lo cual termina consumiendo más energía.
- No saber lo que se quiere, si todo el tiempo estamos cuestionándonos qué es lo que queremos, estamos acabando nuestra energía sin necesidad, en el fondo casi todos sabemos lo que queremos, sino que experimentamos miedo a ser auténticos o a fracasar. Por lo que resulta más agotador todo el proceso de decidir o elegir por donde avanzar, más que la propia acción.
Si te identificas con alguno de estos dos hábitos, debes reconocer que estás malgastando tu energía vital, energía que podrías invertir en tu bienestar y plenitud. Resulta sumamente importante identificar los hábitos mentales y emocionales que tenemos para reconocer si nos están aportando o limitando. Para ello es importante comenzar a escuchar nuestro diálogo interno en todo momento, para poder observar y transformar hábitos mentales dañinos.
