Hasta la fe fue arrebatada
Un hogar ambateño fue violentado de la manera más cruel. Un hombre de 29 años de edad, al regresar a su departamento luego de trabajar tres semanas en Quito, se encontró con una escena desoladora: su vivienda había sido saqueada. Entre los objetos sustraídos, lo que más conmociona es la ausencia de un bien material, sino de uno espiritual: su Biblia.
El hecho ocurrió en la noche del domingo, en el sector de las calles Chasquis y Yanayacu. Además de la Biblia, los delincuentes se llevaron una computadora portátil, un tanque de gas, una impresora, ropa y una cantidad de dinero en efectivo. Sin embargo, es el robo de la Biblia el que añade una dimensión más profunda a este suceso, revelando una violación no solo del espacio físico, sino también del ámbito personal y espiritual de la víctima.
El afectado sospecha que su ex conviviente podría estar detrás de este acto, lo que añade un elemento de traición y desconfianza a un hecho ya de por sí doloroso.
El informe policial confirma que el lugar ya había sido alterado, complicando la intervención de unidades especializadas. Sin embargo, el verdadero daño ya estaba hecho: se habían llevado más que objetos, se llevaron parte del alma del joven. (I)