Impotencia, indignación, desesperanza
El crimen organizado y la corrupción institucionalizada han calado tanto en los ecuatorianos, que no podemos estar tranquilos en ninguna parte, vivimos en un contexto de inseguridad y violencia, que nos transforma en un ejército inerme que ha perdido la capacidad de reaccionar ante hechos de terror como el cobarde asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, un hombre valiente dedicado a denunciar actos de corrupción que a muchos “rovolucionarios” les incomodaba.
El país ha dado muestras de solidaridad con la familia y partidarios de Villavicencio, pero también se evidencia a aquellos que simulan tristeza, pero que en el fondo se alegran por este deceso porque creen que ganarán espacios en las elecciones.
Para la narcopolítica era muy necesario la muerte de Villavicencio, porque este candidato tenía serias aspiraciones de ganar las elecciones y así evitar a aquellos que ambicionan armar una estructura de narco estado y quedarse mucho tiempo en el poder, tal y como lo hace Maduro en Venezuela.
Que podemos hacer los ecuatorianos; tenemos muchas preguntas sin respuesta; la impotencia de no poder hacer nada genera rabia e indignación por este inaceptable flagelo que hará que los sufragantes voten por impulso, motivados por el odio y el miedo, que alimentan esta polarización política en la cual vive el Ecuador. Muchos dicen el País exige justicia, no venganza; pero si eso es lo que han hecho del Ecuador, un país lleno de odio.
Sin duda la Impotencia y la Indignación se verán reflejados en las próximas elecciones, y a modo de hacer justicia muchos optarán por el voto nulo o blanco; sin embargo, hoy el voto es más importante que nunca, la Desesperanza no debe vencer a la razón y la necesidad de trabajar por enrumbar al país hacia un mejor sendero. Hoy más que nunca el país necesita ese voto consciente y esperanzador, que sea el inicio de un proceso de paz y que esa lucha de Villavicencio se vea reflejada en las urnas, derrotando a aquellos corruptos que quieren regresar al país, con el cuento de “Ya Falta Poco”, o la cantaleta de “Para Tonto no se Estudia”
No nos dejemos engañar por aquellos que quieren tomarse las Reservas Internacionales que soportan la dolarización; son los mismos desecharon la base de Manta, son los mismos que permitieron el ingreso de inmigrantes ilegales, sospechosos de terrorismo y narcotráfico.
Que la Impotencia, la Indignación y la Desesperanza, no dobleguen nuestra razón. (O)