Incentivo a la construcción
Inicialmente se manifestó que el impuesto al valor agregado (IVA) se reduciría del 12% al 5% para el sector de la construcción, lo cual generaba una agradable expectativa para diversos promotores, pero al final se indica que el IVA será devuelto para estos empresarios, lo cual es visto de buena manera para dinamizar la economía del país.
De acuerdo a un reporte del Banco Central del Ecuador, se estima un crecimiento del 3,5% en la construcción en el 2023, respecto al año anterior, pudiendo llegar este indicador a USD 10.000 mdd; tanto el sector público como el privado así como el turismo son pilares para su fortalecimiento, recordemos que la construcción contribuyó con 9,3% y 6,38% a la formación del PIB entre el 2016 y 2020.
De aprobarse la ley de eficiencia económica y generación de empleo, se considera que la reducción en el precio de las viviendas sería de al menos un 3% o un 4%, lo que permitiría generación de mano de obra, mayor compra en las ferreterías, aumento en el uso del transporte, en la tienda de la esquina, en los restaurantes, etc.
Concomitante a esto, el pedido a los concejos municipales es que se agilite los tramites de división horizontal con el objeto que sean entregadas con escritura las nuevas viviendas (casas o departamentos) y se cancele de manera inmediata los créditos a las instituciones financieras, para retomar los ciclos de construcción.
Es momento de analizar por parte de los lectores, la posibilidad de adquirir vivienda tomando en cuenta que su precio no se incrementará sino todo lo contrario, además la generación de trabajo en este sector permite elevar la demanda de diversos productos en el mercado.
Para esto primero veamos un terreno, que hoy en día los hay de diversos precios, en varios sectores de la provincia, luego en familia analicemos el tipo de vivienda que necesitamos y presupuestemos el dinero, ya sea para solicitar un crédito, entregar la entrada para bajar las cuotas o si podemos comprar de contado mucho mejor, lo importante es, sumar todos los ingresos, restar los gastos (en proyección para algunos años) y el resultado final dividirlo para dos o tres y ver si este valor podemos cancelarlo sin que estropee nuestra economía. (O)