Indignación en Ambato
La ciudad de Ambato se encuentra en un estado de consternación y enojo tras la reciente matanza de 69 cachorros en el albergue de la municipalidad. Este acto ha generado una ola de indignación entre los ciudadanos y organizaciones protectoras de animales, quienes exigen una respuesta contundente por parte de las autoridades.
La indignación se basa no solo en la brutalidad del acto, sino también en la flagrante violación del artículo 250.1 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que establece una sanción de seis meses a un año de cárcel para quien cause la muerte de un animal, con una pena máxima cuando se trata de cachorros. Este artículo es claro fundamental para la protección de los animales más vulnerables, reconociendo la crueldad inherente en actos de violencia contra ellos.
La situación es más grave porque se debe recordar que el 23 de julio de 2024, ya se emitió la primera sentencia en el país por la muerte de Sparky, donde la Sala Penal de la Corte Nacional de Justicia impuso una pena de un año de cárcel.
Esta sentencia sentó un precedente importante en la lucha contra el maltrato animal en Ecuador, enviando un mensaje claro de que tales actos no quedarían impunes.
Sin embargo, en Ambato es fundamental exigir la ordenanza de fauna urbana. Esta medida, lejos de solucionar el problema, parece ignorar la creciente preocupación ciudadana por la protección de los animales y deja en el aire la pregunta de qué acciones tomarán las autoridades para evitar que tragedias como esta se repitan, porque vemos una alcaldesa que amenaza concejales en lugar de actuar conforme sus atribuciones y competencias.
La ciudadanía de Ambato y los defensores de los derechos animales exigimos justicia y acciones concretas. No basta con lamentar la pérdida de estos 69 cachorros; es necesario que se tomen medidas para que los responsables enfrenten las consecuencias de sus actos y para que se emitan las ordenanzas que protejan a los animales.
En un país que empieza a reconocer la importancia de los derechos animales, este caso es una prueba crucial. Las autoridades tienen la responsabilidad de demostrar que las leyes no son meras palabras en un papel, sino herramientas efectivas para la justicia y la protección de todos los seres vivos.
Es imperativo que se investigue a fondo este caso, se sancione a los responsables, solo así se podrá honrar la memoria de los cachorros perdidos y garantizar que Ambato se convierta en una ciudad que respeta y protege a sus animales. (O)