Jesús murió para salvar al mundo de pecados

El sacrificio de amor de Jesús para salvar a las personas de sus pecados es el precio que asumió el Todopoderoso. En el Viernes Santo, todos los creyentes se sintieron invitados al viacrucis viviente desde las 08:00 horas por el centro de la urbe.
Como parte de la representación del viacrucis estuvieron las mujeres que protagonizaron a la Verónica, así como, los cucuruchos, los centurions y el pueblo. El viacrucis fue muy importante, por ser una de las conmemoraciones más representativas y profundas del cristianismo.
De esta manera se recordó la crucifixión y muerte de Jesús en Nazaret en el conocido monte Calvario. De esta forma se celebró el Triduo Pascual.
La Iglesia tuvo buena acogida en el Viernes Santo, por la concurrencia del pueblo creyente a participar de aquel momento de fe y recogimiento, y al mismo tiempo, acompañaron a Jesús en su caminar hacia la cruz, es decir desde su arresto y juicio en el huerto de Getsemaní, luego la traición de Judas y que culminó en su crucifixión en el Gólgota.
El Viernes Santo fue entonces el día de luto y penitencia, en que los cristianos recordaron el sufrimiento de Jesús y su sacrificio por el perdón de los pecados. En este día que es Sábado Santo con la Vigilia Pascual se prepara el mundo católico para vivir el Domingo de Pascua (la resurrección de Jesucristo, que es motivo de alegría).
Monseñor Giovanny Pazmniño, señaló que este año es además Jubilar, es decir es un año lleno de gracia, y como dijo el Papa Francisco, es un año santo dedicado a la esperanza.
La autoridad religiosa explicó también que el término latino “iubilatio” significa júbilo y se utiliza para despedir los gritos de alegría de los campesinos y trabajadores humildes, la alegría de los pequeños, la alegría de los sacerdotes y la alegría de todo el pueblo. (I)