José y Flor batallan por la vida
Han estado unidos en las buenas y las malas. Siempre han tratado de sobrellevar las pruebas que les ha presentado la vida con la mejor de las actitudes. Han luchado mil batallas y en todas han salido juntos, con el amor que se profesan José Jarrín y Flor Tocto.
Ahora enfrentan otra dura contienda y es contra la covid-19. La pareja fue hospitalizada hace tres semanas. Ella- Florecita, como la identifican quienes la conocen- salió de la casa de salud; pero sigue en recuperación donde sus hijos. Mientras José, sigue intubado.
Ellos son voceadores (vendedores de periódicos), pero también son los fundadores del proyecto de ‘Vigilantes Seguros’ en Tungurahua. Siempre buscaban un espacio cómo trabajar y generar recursos, no solo para ellos; sino para otras personas con más necesidades.
Tanto Flor como José, con el proyecto de vigilantes, tendieron la mano a mujeres sin trabajo, personas con discapacidades e incluso ayudaron a la rehabilitación a adictos del alcohol y drogas.
En su casa dieron hospedaje a jóvenes sin hogar o migrantes que requerían de un sitio dónde dormir o reposar. Los esposos Jarrín-Tocto ahora necesitan de la mano solidaria, porque la recuperación es lenta y costosa.
Pero a más de lo económico, las oraciones son importantes para ganar esta batalla a la muerte.
El hijo, Rommel Jarrín, contó que su papá aún no logra salir de la sala UCI. Ayer en la ciudadela Oscus, organizaron un hornado solidario para recolectar dinero. Con la colaboración de amigos y familiares adquirieron tres chanchos.
Cristina Guadalupe, es una vigilante seguro, expresó que están solidarios con José y Flor y no dejan de clamar a Dios para que se recuperen.
Para seguir con la ayuda pueden depositar a la cuenta de ahorros del Banco de Guayaquil N.-17473803 a nombre de Rommel Jarrín. “Aunque sea desde un dólar pueden depositar que estaremos muy agradecidos y Dios les va a multiplicar”, agregó Rommel. (I)