Juventud, protagonista de cambios y acciones
La juventud es considerada etapa de la vida que se caracteriza por la fuerza y sus anhelos. La Ley de la Juventud del Ecuador define el período etario entre los 18 y 29 años. La Constitución reconoce a las personas jóvenes como actores estratégicos para el desarrollo del país.
Las iniciativas están presentes desde sus objetivos y tiempos de capacitación, pero están envueltas de compromisos de sumar al desarrollo y cambio en la sociedad. Los programas de las clausuras de los respectivos procesos de formación se envolvieron de discursos motivadores e invitaron a los participantes a ser los entes de transformación.
En la clausura de la Escuela de Líderes por Tungurahua, el director de la Fundación Derechos y Conservación destacó la capacitación realizada durante tres meses y la revisión de varios temas, entre ellos: Principios de la democracia, Independencia de funciones del Estado; Economía para la gobernanza pública; Libertad de expresión; Gestión ambiental y crisis climática; Ética; Mecanismos de la democracia; derechos Humanos; Elecciones libres y nuevos modelos de gestión; y, Gobiernos participativos, informó Diego Cisneros, director de la Fundación Derechos y Conservación.
Otro espacio de formación es la Escuela de Liderazgo “Jóvenes de Impacto” que tuvo duración de 20 horas académicas y los participantes conocieron sobre Liderazgo personal; Comunicación Efectiva y Negociación; Gestión Organizacional y Proyectos; “queremos fortalecer las capacidades de las organizaciones de los jóvenes e incluimos a jóvenes de la ruralidad”, señaló Paúl Solís del Consejo Consultivo de Jóvenes de Tungurahua.
Para Kelly Perneth de Cactu, “es importante que los jóvenes puedan participar en espacios de toma de decisiones y que tengan la capacidad de impulsar y gestionar proyectos por otros jóvenes”.
A decir de Samantha Carrera del Consejo Consultivo de Jóvenes, “la experiencia es gratificante y maravillosa. Esperamos que sean los futuros líderes de Tungurahua en los diferentes campos”.
“Participar en estos espacios es fundamental, porque nos ayudan a desarrollar nuestras capacidades y habilidades; y, descubrimos el potencial que tenemos; sobre todo aprendemos a ser agentes de cambio y ser líderes que las comunidades necesita”, señaló Mary Molina, estudiante de la Escuela de Liderazgo “Jóvenes de Impacto”.
Por su parte Giuseppe Cabrera, secretario general de la Fundación Derechos y Conservación; y, desde su experiencia y aporte a la formación de los jóvenes en el cierre del proceso de la Escuela Líderes por Tungurahua dijo que “…en las causas nos encontrarán, caminaremos juntos, en los espacios para jóvenes y escuelas anticorrupción, defendiendo en lo que creemos y tomando pulso a las decisiones que tomen como activistas, como líderes y políticos, recordando siempre en qué valores se formaron y qué valores tienen que defender”.
“La educación es necesaria a lo largo de la vida; sin embargo, toma particular importancia en la población juvenil, ya que a través de la educación se puede alcanzar mejores niveles de bienestar social, superar desigualdades económicas y sociales, movilidad social de las personas, mejores niveles de empleo y mayores oportunidades para jóvenes” (Narro, Martucelli, & Barzana, 2012). (I)