La AH1N1 mató a un policía
El cabo primero Néstor A., sirvió por 12 años a la Policía Nacional, pero sus sueños se desvanecieron luego de enfrentar a la temible AH1N1 que le arrancó la vida.
Los familiares del hoy occiso contaron que hace 15 días estaba en perfectas condiciones, pero de pronto se sintió mal y no podía respirar bien por lo que fue trasladado hasta una casa de salud para ser internado inmediatamente a causa de una neumonía.
“Mi hijo fue hospitalizado en el área de Terapia Intensiva, ya que dijeron que tenía flema acumulada en los pulmones. Aquí pasó más de una semana y en constante tratamiento, pero al parecer nada le ayudó y murió”, dijo el progenitor.
El cuerpo del cabo primero fue incinerado por disposición de las autoridades de Salud y velado sólo por cuatro horas con el propósito de evitar algún contagio posterior. Sus restos fueron velados en el centro de la parroquia Santa Rosa. El hombre deja en la orfandad dos hijos menores de edad.
Hugo Silva, jefe de Operaciones de la Subzona de Tungurahua 18, señaló que el personal policial asiste a charlas preventivas para evitar el contagio de la influenza. Al momento se han tomado medidas preventivas dentro de la institución policial; sin embargo, los policías aún no han sido sometidos a ninguna vacunación. (I)