La alimentación condiciona la superación / John Tello Jara

En la década de los 80´s estudiábamos en la universidad y en calidad de provincianos, lo realmente costoso era la alimentación y las copias de los libros para poder estudiar, no teníamos en ese momento la “magia del internet”, ni siquiera contábamos con computadoras y tan solo usábamos las máquinas de escribir; conseguir información para realizar los deberes no era tarea fácil, más bien los procesos investigativos tenían mucho ingenio para llevar a feliz término.

Consultábamos la comida común de aquel entonces entre los compañeros y, el arroz con huevo, salchicha y encurtido acompañado de un vaso con limonada tenía la preferencia, debido a su bajo costo, rapidez en preparación y nutrición.

En efecto, los huevos son alimentos proteicos, ya que contienen vitaminas y minerales que ayudan al crecimiento corporal, según un estudio, se registra el mayor consumo per cápita en Kuwait con un promedio de 518, seguido de China continental con 462 (2019).

Al revisar estadísticas de nuestro país encuentro que el promedio de consumo per cápita de huevos llega a 226;  es decir  que 0,62 huevos por día lo consumimos; talvez la  falta de este producto sea la causa de un bajo rendimiento escolar (cuando vemos que existe una gran cantidad de desnutrición en el Ecuador) que repercutirá con el tiempo ya que niños desnutridos, al cumplir la mayoría de edad tendrán una baja estatura y los logros educativos serán menores que sus compañeros.

Por otra parte, nuestro país produce 525 mil toneladas de carne de pollo en 279 millones de pollos de engorde, con un consumo promedio de 30Kg de pollo al año; mientras que por día producimos 10,7 millones de huevos.

Estos datos estadísticos llama a la reflexión para implementar políticas tendientes a dotar de alimento básico y nutritivo especialmente a aquellos establecimientos que cuentan con estudiantes de escasos recursos económicos; al viajar en el bus por la mañana y ver que alguno niñitos se quedan dormidos en el trayecto, se puede decir que es por pereza, porque no les gusta madrugar a estudiar o porque en realidad están mal alimentados lo que le impedirá convertirse en una persona útil a la familia y sociedad. (O)