La Asamblea y la verdad / Editorial
En una jornada maratónica la Asamblea Nacional destituyó a su Presidente y encauzó políticamente al Fiscal, luego de las comparecencias de éstos, en que, cada uno, hizo denuncias en contra del otro, las cuales, seguramente, darán lugar a posteriores investigaciones.
Las denuncias se realizaron en voz alta y con documentos, ampliándose el contenido y la proyección del audio que motivó las comparecencias.
Por tratarse de personajes vinculados al régimen que se instaló en el País el 2007, sus acusaciones y denuncias tienen connotaciones especiales, dado que conocían, por dentro, el sistema implantado durante una década y del que trata de distanciarse el Presidente Moreno y al que los ecuatorianos le dijeron basta, mayoritariamente, en la reciente Consulta Popular.
En las denuncias apareció el tema del 30S que tanto ha dado que hablar desde que el ex Contralor aseguró, en una cadena televisiva internacional, que fue un montaje lo del intento de magnicidio.
Inclusive, en una de las principales avenidas de la Capital se concentraron miles de ecuatorianos para pedir amnistía para los procesados en el episodio del 30S.
La señal que ha dado la Asamblea es positiva, pero no puede quedarse allí. Debe continuar su tarea de darle al Ecuador certezas que no seguirá por el sendero de la última década (o)