La calidad de nuestras amistades

Columnistas, Opinión

Somos el promedio de las cinco personas que nos rodean y, estas impactan en nuestra vida, en la forma que pensamos, sentimos  y sobre nuestro comportamiento, es así que, si son trabajadores de calzado, pensaremos como tal, los términos “doblado, montado, ojalilladora, adhesivadora” serán familiares en las conversaciones así como el de las áreas del trabajo.

Podemos elegir a nuestros amigos y no así a la familia, es por eso que tenemos la facultad de decidir con quién nos rodeamos, y si acaso éstos no fueran nuestros amigos, podemos acercarnos a ellos con el objeto de aprender algo adicional a lo que conocemos.

En el ámbito profesional no podemos “conocer de todo” para llevar a cabo nuestro emprendimiento, por eso es necesario darnos cuenta  a qué clase de profesionales debemos llamar  para contar con su contingente ya sea como  funcionarios o trabajadores de nuestra empresa o talvez en calidad de asesores.

Talvez nuestro “fuerte” no sea la contabilidad para llevar un registro adecuado de las transacciones o el área de talento humano que permita el reclutamiento de los profesionales adecuados o las ventas para ubicar nuestros productos ante los consumidores, pero en cada caso existe los profesionales calificados para que cumplan nuestro cometido.

Claro que al inicio de la empresa, no se podrá contar con la gama de profesionales deseados, pero este particular se contrarresta acudiendo a seminarios, ingresando a tutoriales y generando conversaciones con profesionales   que  conduzcan empresas similares.

De manera analógica espero que el nuevo gobierno del Ecuador, cuente con profesionales de alta valía, aquellos que conozcan sobre las áreas que tanto requiere el país en materia de seguridad, de producción, de incentivo de exportaciones, de la parte  médica, de la atracción de inversiones, de la generación de mano de obra y demás.

Va a depender de la relación del ejecutivo con los nuevos ministros y de su calidad de personas y profesionales a fin de enrumbar de manera adecuada los destinos de nuestra patria; en lo personal prefiero que  sean de la empresa privada  y que manejen de forma adecuada tanto la rentabilidad económica, cuanto la rentabilidad social. (O)

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