La cascada de Mundug / Luis Alfredo Silva
En homenaje a «El Sol de Noviembre» escribiremos todos los artículos del presente mes, referentes a nuestra provincia. Comenzamos con uno de los atractvos naturales del cantón Patate. «Tierra de la Eterna Primavera».
Su visita es relativamente fácil, si se va en vehículo hasta el caserío de Mundug; es una simpática población que se encuentra al noreste de la ciudad de San Cristóbal de Patate. Esta a 2750 metros sobre el nivel del mar, ocupando parte de un hermoso altiplano, rodeado de rutilantes colinas, verdes cerros y un inmenso valle originado por el río Blanco.
Antiguamente el lugar debió estar cubierto, casi en su totalidad, por un bosque primario con gran biodiversidad, aún quedan en sus alrededores, muestras de una gran variedad ycautivante flora, con fabulosos bosques de árboles de verdes alisos y porotillos de flores intensamente rojas. Sobre las gruesas ramas de los árboles, crecen encantadoras orquídeas yAtractivas bromelias.
También se puede contenplar, una infinidad de aves como el negro mirlo, el bello quilico, la blanca y negra golondrina, el precioso picaflor, huigragchuro, de plumaje amarillo ynegro, más torcazas, que vuelan en bandadas por el cesleste cielo.
La caminata se inicia en el caserío Mundug, se dirige a la acéquia Yamate y sigue por un sendero aguas arriba, hasta la cascada. Ese tramo conserva una flora natural fascinante, compuesta de suros, con sus ramas que se dispersan en todas las direcciones; helechos, gigantes yhermosos; tupidos chaparros; sabrosas fresas silvestres yárboles de enormes hojas anchas.
Las aves son abundantes, de variado tamaño yplumaje, que vuelan en correcta formación, haciendo figuras en el aire. Otras van de árbol en árbol, entonando trinos, nunca antes escuchdos. Se completa el paisaje geográfico natural, con una deslumbrante cascada que origina el caudal del río Blanco.
Desde cerca, se puede admirar tres saltos de aproximadamente unos 20 metros de altura. El primero, brinca en medio de negras rocas; el segundo, se desliza oblicuamente yel tercero, se precipita con un gran caudal; así se forma la cascada. Solo por el cauce del río aparecen las rocas, el resto de la esparpada ladera del valle, está íntegramente llena de una exuberante vegetación.
También se puede visitar, comodamente en su carro, siguíendo por una carretera asfaltada, que parte desde la ciudad de Patate yque esta perfectamente señalada. La vía va trepando por el declieve de varias montañas, es angosta y llena de abundantes curvas, hay que tomar las precauciones debidas. Durante todo el trayecto es un espectacular mirador, del radiante valle del río Patate, de las montañas que lo bordean y de la apacible naturaleza. (O)