¿La cívica solución a los males? 

Columnistas, Opinión

La nueva LOEI y su reglamento para el año lectivo 2024-2025, contemplará en la malla curricular  que se imparta en formación humana sobre valores, cívica, voluntariado, participación ciudadana y los contenidos de la Constitución. No deberíamos retornar al viejo país, estamos viviendo una nueva generación de cambios en nuestro comportamiento, los estudiantes son más prácticos y de acción que llevan a buscar soluciones lo más rápido posible, ellos ya no extrañan el pasado. 

Debe abrirse el debate entre los actores de la educación para ir concretando que tipo de ciudadanos queremos en función del perfil para diseñar una nueva escuela en el Ecuador, no solo hablemos de los estudiantes, sino también de la ciudadanía en general, cual es el rol del Estado, la familia y docentes. Muchos hablan en poner a la cívica y la ética en los contenidos más top del mundo, cuando la manera de enseñar el comportamiento moral, ético de docentes y la evaluación siguen siendo lo misma. Las condiciones socioculturales y económicas están cada día más agravadas, la falta de empleo, salud y educación inclusiva, afecta la justica social y la calidad educativa, limitan el enriquecimiento del currículo inclusivo, que perpetua la invisibilización del aprendizaje.

¿Creen ustedes que la cívica da respuesta a la solución y salva vidas? No, la enseñanza debe estar basada en proyectos y competencias, que cada asignatura que se comparta, deba asumir un rol protagónico para que los estudiantes crean y sientan sus necesidades a través de proyectos.

El trabajo o espacio de valores que necesitamos depende mucho de la metodología de enseñanza que tenga cada docente, haciéndole competente su asignatura a la realidad que vivimos, no se trata solo de enseñar matemáticas, sino que el estudiante entienda que la sumatoria y la multiplicación de problemas acarrea pobreza y dificultades, que, si no realizas educación física, eres propenso al sedentarismo, obesidad, enfermedades crónicas e incluso la muerte, se ha observado a profesores enseñando con el cigarrillo en la mano y en el caso de la educación física docentes con la glotonería y  obesos. 

No se trata de aumentar asignaturas o modificar con otras, preocupémonos que los docentes y padres de familia sean competentes en enseñar valores a nuestros hijos con el ejemplo y buen testimonio de vida, un currículo que lleve no solo conocimientos, sino también que permita desarrollar habilidades, actitudes, aptitudes, los estudiantes no están   interesarlo en saber que se celebra el 10 de agosto, sino que elementos y valores están a atrás de cada fecha cívica. Hay que rediseñar los espacios curriculares, hagamos un pacto por la educación. 

El Quiero Ser Maestro implementado en la década pasada, no dieron frutos, dieron paso a la improvisación, porque fue abierto para que todo profesional se postule, limitando el ingreso de docentes con vocación que se preparan en la Academia el arte de enseñar,  requiere de mucha entrega, profesionalismo, compromiso, actualización constante, pero principalmente pasión.  (O)

Cifam62 @yahoo.es.

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