La cotidianidad cambió / Editorial
Los cortes de energía eléctrica son la comidilla en todas las conversaciones. Algunos entienden que la falta de lluvias es la causante directa de esta problemática, otros, en cambio, buscan siempre un culpable y lo más fácil es echar la culpa al gobierno. Lo cierto es que si no llueve en Azuay, donde están tres Centrales Hidroeléctricas, la problemática se agudizará. Estos problemas energéticos heredó el presidente Daniel Noboa y viene de varios gobiernos anteriores.
Ahora los ecuatorianos tienen que ajustar sus actividades diarias al son de los cortes para poder producir y trabajar. Al ajustarse a estos horarios implica asistir a clases virtuales en algunos centros educativos y universidades. Los negocios pequeños y grandes sufren por estos racionamientos.
Las empresas también tienen que optimizar sus horarios para la producción diaria de sus productos. Los semáforos apagados también influyen en el tráfico que se vuelve caótico y no es suficiente la presencia de los agentes de tránsito.
Lo mismo sucede en los hogares, ya que los artefactos eléctricos no funcionan y preparar la comida diaria se vuelve toda una proeza. En fin, los cortes nos ponen a prueba y tenemos que vivir estos momentos con esa realidad. (O)