La denominada “narcofiesta”

Columnistas, Opinión

Realizar una fiesta de cumpleaños, una despedida de soltero(a) o un matrimonio no es nada del otro mundo, primero se invita a los familiares y amigos más allegados y luego a conocidos o compañeros de trabajo, pero el hecho de estar en una fiesta departiendo con delincuentes, hace sospechar que todos quienes estuvieron en el lugar son cómplices de quienes la organizaron, lo que el operativo policial si evidenció es la permisividad con la que actúan en este caso  miembros de la “sociedad guayaquileña”, que extraoficialmente se conoce que estaban en la lista de invitados, ex autoridades gubernamentales, municipales, ex asambleístas entre otros,  dispuestas a participar en celebraciones de personajes involucrados en actividades criminales, consintiendo así abiertamente la violencia criminal que desgarra el país.

En la fiesta el cumpleañero no solo lideraba una red de tráfico de drogas, sino que también ha tenido nexos con carteles mexicanos, que en nuestro territorio son apoyadas por bandas criminales como Los Águilas, y en la misma había estado según declaraciones de la policía, el cabecilla de esa organización terrorista, junto con un hijo de un ex presidente y estos supervigilados las espaldas por cerca de una treintena de personas procesadas por tenencia de armas de fuego; pregúntese usted amigo lector en una  fiesta de cumpleaños al puro estilo de las narco novelas, en lugar de estar en el pastel las cerezas, había 29 pistolas y 5 fusiles, las mismas que habían sido decomisadas como evidencia ¿de la narco fiesta?. ¿Cuántas narco fiestas se seguirán dando en el territorio nacional?, es menester ampliar las investigaciones de licitud de ingresos a los artistas que suelen ser contratados para este tipo de shows privados, con artistas nacionales e internacionales,  lo cual, según nuestra legislación actual, no tiene nada de ilegal.    

¿También hay que hacerse la pregunta ¿Quién se gasta medio millón de dólares en una fiesta de cumpleaños en esta época de crisis?. Si queremos erradicar la violencia de nuestro país, debemos empezar por una cruzada cívica nacional por la honestidad y debe incluir la investigación al origen del financiamiento de las fiestas que suelen ser pantallas de lavado de dinero.  Todavía está fresco el caso Metastasis, Purga y Plaga en el que encontramos a famosas ex autoridades involucradas en las mafias, hoy detenidos en la cárcel la roca. (O)

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