La droga y los consumidores / Editorial
Como se ha expresado en múltiples ocasiones la droga se ha convertido en la plaga destructora de la humanidad, considerando el alto costo que tiene en algunos mercados, las consecuencias en la salud corporal, intelectual, anímica de los consumidores, en la adicción que se torna casi congénita.
Los gobiernos tercermundistas luchan para erradicar la droga. Invierten ingentes recursos propios y reciben ayudas de naciones desarrolladas, asistencia técnica y estratégica para esta lucha contra la droga .
Se continúa con intensivos cultivos sin controles terminantes. Las mafias proliferan fortalecidas económicamente y organizadas, con despliegue enorme de actividades ilícitas que, en muchos casos, doblegan a las autoridades por miedo y terror a represalias. El problema es muy grave y de difícil solución.
No existe el ataque frontal y decisivo al consumo. Los habitantes de las naciones del primer mundo son los más grandes consumidores que pagan altísimos precios por la droga, lo que estimula el crecimiento de las poderosas mafias que han encontrado una mina con alta rentabilidad.
Debe existir el compromiso serio de los gobiernos de naciones desarrolladas y ricas para combatir el elevado consumo de droga en su población de todos los niveles sociales y económicos, con normas legales sancionadoras.
Si este consumo masivo no desaparece -que es la causa principal del mal- todo el esfuerzo que hagan Ecuador y otros países será inútil e infructuoso. Desaparecido el consumo extranjero que queda anotado, el microtráfico interno desaparecerá, porque dejará de ser negocio rentable. (O)