La economía y la fiesta de la fruta
El espirito de los principales del Centro Agrícola Cantonal de Ambato hace 73 años, debió haber sido, organizar una feria que permita reactivar el ánimo del altivo ambateño luego del devastador terremoto que había sufrido el 5 de agosto de 1949, pero además reactivar su alicaída economía, así se fue forjando la afamada e internacional fiesta de la fruta y las flores, declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado Ecuatoriano. Hoy nos encontramos en una disyuntiva de la organización de la edición 73 de la fiesta en medio de una incertidumbre de inseguridad y un decreto ejecutivo de estado de excepción, así se llevará adelante esta edición sui generis.
Según estudios técnicos realizados por la academia publicado en la revista científica del INEC (Analitika) en 2014, el impacto económico de la Fiesta de la Fruta y las Flores y aplicando el factor de expansión es decir la derrama económica de la inversión pública a través del Comité Permanente y la llegada de turistas nacionales y extranjeros, es de 6 veces, es decir se invierte 1 millón en las fiestas y esto permite que se muevan 6 millones en favor del sector privado. Comercio, actividades artísticas, industria manufacturera, alojamiento, servicio de comidas, transporte, movilización, ocio, diversión, entre otras son las actividades beneficiarias, por ello muchas empresas y emprendedores le apuestan a esta fiesta para fortalecer sus ventas e invierten a la espera del retorno financiero.
El presupuesto 2024 del Comité Permanente de la fiesta de la fruta y las flores es de 1’962.557,96 USD, lo que, en condiciones normales, podría generar un movimiento de 11’700.000 dólares durante los 4 días de fiesta, dejando fácilmente 2’400.000 USD de utilidades para empresarias, innovadores, inversores y emprendedores que presten algún negocio o servicio en las fiestas. El inconveniente que en este año se presenta es que de acuerdo con lo decidido por el directorio del Comité Permanente de prolongar en dos tramos las actividades principales de la fiesta hasta la primera semana de marzo y no concentrar todo en los días de feriado por carnaval en todo el país, no permitirá ni el numero de visitantes esperado, tampoco la dinámica económica calculada.
Aquí cabe la inventiva y creatividad de los organizadores como de prestadores de servicios de la fiesta, para mitigar el impacto que todas estas vicisitudes de seguro causaran a los ambateños. Por supuesto que al momento lo mas importante es la seguridad ciudadana, el orden, la salubridad y por supuesto la economía. (I)