La economía y los jóvenes

Columnistas, Opinión

El crecimiento de la economía mundial, se prevee se desacelerará nuevamente para el 2.024, esto, especialmente por el entorno que generarán las políticas monetarias y las condiciones financieras restrictivas, que se entiende serán aplicadas en el futuro, así también por los bajos niveles que tendremos de comercio e inversión mundial. 

El riesgo de que las proyecciones desde inicio de año no sean muy alentadoras, tienen como principal base la incesante escalada del reciente conflicto en Oriente Medio, las cuales generan tensiones financieras, una mayor persistencia de la inflación global, provocan una indudable fragmentación en el comercio mundial, además, de los esperados efectos que siempre están relacionados con el clima. 

Resulta entonces, indudable que se debera recurrir a la cooperación mundial, para obtener algo de alivio de la deuda, teniendo también que priorizar una integración global comercial, especialmente para las naciones como la nuestra. Otra tarea, que de igual forma se debe abordar con absoluta responsabilidad es el cambio climático, además de reducir especialmente en América Latina, la inseguridad que de una u otra manera se ha convertido en uno de los principales enemigos del desarrollo.

Las proyecciones para este año, nos indican que existirá un crecimiento muy bajo de la economía mundial de aproximadamente el 2,4 %, siendo este dato muy preocupante debido a que este sería, el tercer año consecutivo de desaceleración en la economía mundial, proyectándonos, incluso a que en este año existan aún más restricciones crediticias, que por ende provocarían una baja evidente en el nivel del comercio.

Existen varias aristas, que consideró deberán ser de vital importancia en nuestro país al momento de enfrentar esta disminución de la economía, y, de las más importantes sin duda será el generar una cultura del emprendimiento, especialmente, en la población joven, pues incentivar este entorno definitivamente favorecerá el desarrollo de la economía no solo de ellos, sino de toda la población en general. 

Necesitamos, jovenes atrevidos que no tengan miedo de emprender, que tengan la capacidad de perderle el miedo a arriesgar y, especialmente que tengan la capacidad de entender que, para crecer, es indispensable tropezar, debido a que cada uno de esos tropiezos, al final del camino terminarán sumando. En definitiva, los jóvenes serán protagonistas de los resultados que ojalá sean positivos, alfinal de este nuevo año.  (O)

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