La elección colombiana para Ecuador / Esteban Torres Cobo
Colombia se la juega hoy en la elección que decidirá si Gustavo Petro o si Iván Duque se convierten en el próximo presidente del país cafetero. Duque tiene mayores probabilidades de lograr el triunfo pero, con lo que está pasando en la mayoría de elecciones de estos años, no se puede asegurar nada con certeza.
Petro tiene serios problemas con la región de Antioquia y sus aledaños, donde se encuentra Medellín y donde el expresidente Álvaro Uribe no ha perdido la fuerza y mantiene el músculo político que cuidó y trabajó toda su vida. Duque tiene problemas en Bogotá y en otras capitales más del país. Allí quedó tercero en la primera vuelta luego de Petro y Fajardo.
Para el Ecuador esta elección tendrá importantes consecuencias. Si gana Petro, por ejemplo, podrían fortalecerse los grupos irregulares que operan entre Colombia y Ecuador. La estela de castrochavismo y su propio pasado exguerillero no lo han dejado paz hasta ahora y sería claro que, al menos en la sicología de esos grupos, se crearía desde un inicio en una mayor permisividad que con un delfín de Uribe. Continuaría su expansión. Pierde Ecuador.
Sin embargo, una victoria de Petro también nos traería buenas noticias si la economía se espanta y las inversiones buscan puertos más seguros -y dolarizados- como el Ecuador. En Colombia no se dio el fenómeno mexicano donde la clase empresarial finalmente se rindió a López Obrador y aceptó su victoria. Ecuador, si se mantiene estable, podría captar ese capital asustado. Ganaríamos.
Una victoria de Duque, por el contrario, reafirmaría a Colombia como el atractivo para invertir en Latinoamérica junto a Chile. Perderíamos esa oportunidad aunque, por supuesto, sabríamos que se podría combatir la inseguridad con más manos. (O)